“Rusia conserva dos ventajas importantes que sugieren que está en una trayectoria ganadora. Una es que, en esta guerra de desgaste, tiene mayores reservas de personas y recursos. Otra es que Moscú tiene impulso en el campo de batalla a medida que continúa su ofensiva de verano”, indicó Lucian Kim, analista senior del Crisis Group en un artículo.
Las tropas rusas han llevado a cabo pequeños avances en el terreno, lo que ha hecho una gran daño a Ucrania y a sus defensas en el proceso.
El Kremlin aún no se compromete públicamente a celebrar una reunión entre Putin y Zelenski.
El ministro de Asuntos Exteriores, Sergei Lavrov, dijo el martes que Moscú no rechazaba ningún formato para discutir el proceso de paz en Ucrania, pero que cualquier reunión de líderes nacionales "debe prepararse con la máxima minuciosidad”.
Putin ha advertido de que Rusia no tolerará tropas de la alianza de la OTAN en suelo ucraniano. Tampoco ha dado señales de dar marcha atrás en sus demandas de territorio, incluidas las tierras que no están bajo control militar de Rusia, tras sus conversaciones en la cumbre con Trump el pasado viernes en Alaska.
Trump no ha especificado qué forma podrían adoptar las garantías de seguridad estadounidenses. En Alaska renunció a insistir en que Rusia acepte un alto el fuego antes de que se inicien en serio las negociaciones de paz.