El vestuario, una táctica para conquistar a Trump
Que el atuendo de Zelenski sea un tema puede resultar extraño para algunos en medio de una guerra. Pero también subraya hasta qué punto los líderes extranjeros han tenido que cortejar a un presidente estadounidense notoriamente caprichoso.
Trump ha expresado abiertamente su admiración por su par ruso, Vladimir Putin, que quedó en evidencia con su extraordinaria cordialidad al saludarlo durante la cumbre que ambos mantuvieron en Alaska la semana pasada.
El líder estadounidense también se hizo eco de varios de los argumentos de Putin sobre la guerra, como la necesidad de que Ucrania renuncie a Crimea y a sus ambiciones de unirse a la OTAN.
De ahí la ofensiva diplomática en la Casa Blanca el lunes, comenzando con Zelenski y su traje, y seguida por un grupo de líderes europeos, que destacaron lo que, según ellos, eran los esfuerzos de Trump por alcanzar un acuerdo de paz.
De acuerdo con los informes, el líder ucraniano fue instruido por los gobernantes europeos sobre cómo tratar a Trump, especialmente por el presidente finlandés Alexander Stubb, quien vestía un traje cruzado y se ganó elogios del presidente estadounidense por su vigor juvenil.
Zelenski se mostró notablemente menos belicoso que en febrero, e incluso agradeció a Trump por un mapa que mostraba cuánto territorio Rusia le había arrebatado a Ucrania.
El jefe de la OTAN, Mark Rutte, mientras tanto, restó importancia al debate sobre la vestimenta de Zelenski.
"¿Me veo bien", preguntó entre risas el holandés al jefe de protocolo de Trump mientras se abrochaba la chaqueta del traje al llegar a la Casa Blanca.
Con información de AFP y Reuters