En casa, Trump se negó en 2020 a aceptar su derrota y fue acusado de intentar revertir los resultados en el estado de Georgia, un caso que fue desestimado la semana pasada.(FOTO: Brian Snyder/REUTERS)
Estados Unidos ha interferido por décadas en elecciones alrededor del mundo, pero ningún presidente moderno lo ha hecho de forma tan abierta como Donald Trump.
El politólogo Dov Levin, en un libro de 2021, descubrió que Estados Unidos había intervenido en elecciones extranjeras más de 80 veces desde el final de la Segunda Guerra Mundial, más que cualquier otro país.
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Sin embargo, el método del presidente Trump se distingue de todo lo que su país ha hecho.
Atrás quedaron los turbios complots de la CIA o las campañas mediáticas encubiertas. Trump ha pedido abiertamente a los electores de otros países que voten por sus amigos derechistas, a menudo a través de su herramienta favorita: las redes sociales.
“La diferencia es que Trump interviene de manera pública, personal y directa”, dice Gildardo López, profesor-investigador de la Escuela de Gobierno de la Universidad Panamericana (UP). “Estados Unidos tiene un historial larguísimo, entre los cuales nos contamos, de intervenciones electorales en el exterior. Pero antes lo hacía mediante los canales institucionales Ahora lo hace abiertamente con nombre y apellido pidiendo que la gente vote pues por sus aliados”, añadió.
El presidente se guía para dar el apoyo a ciertos líderes y a otros por cuestiones ideológicas, pues suele preferir a personas con las que comparte un discurso antiinmigrante, nacionalista y en contra de las élites políticas tradiciones.
De acuerdo con el académico de la UP, Trump busca consolidar un bloque político global afín a su ideología, más que favorecer los intereses estratégicos de Estados Unidos.
El apoyo del presidente a candidatos en el extranjero también tiene también mucho que ver con una afinidad personal.
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"Es diferente a la Guerra Fría, cuando Estados Unidos a menudo favorecía a una persona en particular, pero lo hacía por razones geoestratégicas. Lo que tenemos aquí es más que Donald Trump siente que tiene un grupo de amigos en el mundo a quienes quiere ayudar", dijo Thomas Carothers, director del programa de democracia, conflicto y gobernanza en el Carnegie Endowment for International Peace, a la agencia AFP.
Trump interviene en las elecciones de Latinoamérica
Trump se ha sentido especialmente envalentonado en Latinoamerica, donde Estados Unidos tiene un largo historial de intervenciones.
Recientemente, respaldó en su red Truth Social al candidato hondureño de derecha Nasry Asfura y lo calificó como "el único verdadero amigo de la libertad" y prometió trabajar con él.
El mandatario estadounidense tilda a Nasralla de "casi comunista" porque ocupó un alto cargo en el actual gobierno de la presidenta Xiomara Castro.
Nasralla, de 72 años, rompió luego con Castro y se declara admirador de los presidentes derechistas de Argentina, Javier Milei, y de El Salvador, Nayib Bukele.
En Argentina, Trump prometió 20,000 millones de dólares para apuntalar una economía que atraviesa dificultades, aunque advirtió que la ayuda desaparecería si los votantes rechazaban al presidente Javier Milei en las legislativas. El partido del libertario triunfó.
En Argentina, Trump prometió 20.000 millones de dólares para apuntalar una economía que atraviesa dificultades, aunque advirtió que la ayuda desaparecería si los votantes rechazaban al presidente Javier Milei en las legislativas.(FOTO: Alexander Drago/REUTERS)
"Es un intento constante de influir en la política, de reforzar lo que creo que ellos ven como un cambio hacia la derecha que está ganando fuerza en toda la región", dijo Will Freeman, investigador sobre América Latina en el Consejo de Relaciones Exteriores.
En Venezuela, donde no hay una elección en el horizonte sobre la cual influir, Trump ha sugerido el uso del poder militar estadounidense para remover a Nicolás Maduro.
Trump también ha intentado inclinar la balanza en Europa. Su jefa de seguridad nacional, Kristi Noem, en una visita a Polonia, respaldó abiertamente a Karol Nawrocki, el candidato conservador a la presidencia, que posteriormente ganó.
La secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, en una visita a Polonia, respaldó abiertamente a Karol Nawrocki, el candidato conservador a la presidencia, que posteriormente ganó.(FOTO: Pool/Getty Images)
El republicano tuvo menos éxito en Rumania, donde su aliado de extrema derecha perdió las elecciones presidenciales, pero solo después de que una votación anterior fuera anulada de manera controvertida.
El vicepresidente JD Vance, durante un viaje a Alemania, criticó públicamente las restricciones impuestas al partido de extrema derecha AfD. Trump y sus asesores han elogiado al legislador británico antiinmigrante Nigel Farage y han criticado un fallo judicial en Francia contra la líder de extrema derecha Marine Le Pen.
El vicepresidente JD Vance, durante un viaje a Alemania, criticó públicamente las restricciones impuestas al partido de extrema derecha AfD.(FOTO: Pool/Getty Images)
La administración Trump también ha desmantelado décadas de esfuerzos de promoción de la democracia en el extranjero, con la instrucción de Rubio a las embajadas de restringir los comentarios sobre la legitimidad de las elecciones en otros países.
En casa, Trump se negó en 2020 a aceptar su derrota y fue acusado de intentar revertir los resultados en el estado de Georgia, un caso que fue desestimado la semana pasada a la luz de su victoria en las elecciones de 2024.
Recientemente, el republicano instó públicamente al presidente de Israel a indultar al primer ministro Benjamin Netanyahu, que está siendo juzgado por corrupción.
Trump recibió al primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, en la Casa Blanca el mes pasado, y en diálogo con periodistas, dijo que los líderes europeos necesitaban apreciar más al líder húngaro.