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OPINIÓN: 'Coco' es la película que los latinos en EU estaban esperando

Algo que los latinos estadounidenses descubrieron con la cinta es que cuando los cineastas de Hollywood abordan un proyecto multicultural con empatía, ciertamente son capaces de hacerlo bien.
dom 03 diciembre 2017 07:00 AM
Coco
Coco cuenta la historia de Miguel Rivera, un niño de doce años que está decidido a seguir sus ambiciones musicales pese a que su familia lo desaprueba. (Foto: Disney)

Nota del editor: Raul A. Reyes es abogado y miembro de la junta de colaboradores del diario USA Today. Síguelo en Twitter como @RaulAReyes . Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

(CNN) ¡Viva México! Coco, la cinta animada de Disney Pixar fue la más taquillera de este fin de semana al recaudar un estimado de 71 millones de dólares a lo largo de las fiestas del Día de Acción de Gracias en Estados Unidos. La cinta, que cuenta las aventuras de un niño mexicano en Día de Muertos, resonó con el público estadounidense tanto como lo hizo en México, en donde se estrenó en octubre y en donde ya es la película más taquillera de todos los tiempos .

Por su animación impresionante y su mensaje conmovedor, Coco no es diferente a otros éxitos de Pixar como Toy Story o Up. Sin embargo, lo que distingue a Coco es la representación auténtica e incluyente del arte, la música y la cultura mexicana. El elenco es casi totalmente latino. En una época en la que siguen escaseando los latinos en la pantalla grande (o se los representa con estereotipos negativos trillados), Coco es un alegre homenaje a las tradiciones mexicanas. Eso en sí es motivo de celebración.

Pero más allá de eso, en su estilo astuto y entretenido, Coco es una respuesta a quienes como Donald Trump, presidente de Estados Unidos, consideran que México y los mexicanos son un problema. El éxito de la cinta demuestra, además, que contrario a los intentos de la derecha por satanizar a los latinos estadounidenses, la mayoría de los estadounidenses de todos los estratos están conformes con que se represente a personajes latinos en el entretenimiento tradicional.

La taquilla reflejó esa aceptación… y Donald Trump debería seguir el ejemplo.

Coco cuenta la historia de Miguel Rivera , un niño de doce años que está decidido a seguir sus ambiciones musicales pese a que su familia lo desaprueba. Por un giro metafísico del destino, termina en la tierra de los muertos en Día de Muertos y tiene que buscar la bendición de sus ancestros para poder regresar al mundo de los vivos.

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Aunque es posible que muchos estadounidenses confundan el Día de Muertos con el Halloween, son dos fiestas totalmente distintas. El Día de Muertos se celebra en noviembre y no se supone que sea algo tenebroso o aterrador. Quienes celebran esta fiesta creen que el alma de los niños difuntos regresa a visitar a su familia el 1º de noviembre y que las almas de los familiares adultos muertos regresan el 2 de noviembre.

Las familias mexicanas suelen armar altares con fotos y regalos para que esas almas del más allá se sientan como en casa entre los vivos.

Es probable que el público latino reconozca muchos de los rituales que se presentan en Coco, como la ofrenda de la familia Rivera y el pan dulce que se ofrece para dar la bienvenida a los ancestros. Lo genial de Coco es que es muy rica en esta clase de toques culturalmente adecuados, como el cameo de la famosa pintora mexicana, Frida Kahlo, la representación de los espíritus animales conocidos como alebrijes o el personaje que lleva el apodo de Chicharrón.

Los familiares de Miguel lo llaman "mijo", término cariñoso entre las familias hispanas. Sin embargo, los temas de la cinta son universales: seguir tus sueños, la importancia de la familia, el anhelo humano de ser recordado. Es muy probable que Coco sirva de inspiración para que el público averigüe más sobre el Día de Muertos y eso ciertamente es bueno.

nullAlgo que los latinos estadounidenses descubrieron con la cinta es que cuando los cineastas de Hollywood abordan un proyecto multicultural con empatía, ciertamente son capaces de hacerlo bien. El cineasta Lee Unkrich se apoyó en consultores latinos, quienes le ayudaron a tejer una narrativa respetuosa; los productores viajaron varias veces a México para investigar. El equipo creativo incluyó latinos, como el codirector y guionista Adrián Molina, y el músico Camilo Lara.

Aunque estos esfuerzos hicieron que el desarrollo de la cinta fuera más costoso y complicado, el resultado es una película bilingüe y bicultural accesible para todos… y lo más refrescante es que los personajes mexicanos están en primer plano.

No hay gringos, vaqueros ni conquistadores. Nadie tiene problemas de migración, a menos que cuentes a las almas que pasan por el puente que une a la tierra de los vivos con el mundo de los muertos. Los personajes mexicanos son personas, simplemente, definidas por su humanidad y no por su etnicidad. Es un mensaje poderoso en una película cuyo público incluye, sin duda, a muchas familias latinas con hijos pequeños. De hecho, cintas como Coco podrían servir de inspiración para los jóvenes latinos que quieran hacer carrera en el cine y la animación.

No todo lo relacionado con la producción de Coco marchó sobre ruedas. Al principio del proceso de desarrollo, Disney trató de registrar el Día de Muertos, posiblemente con fines de promoción, pero desistió tras una tormenta de críticas. En la víspera del estreno de la cinta en Estados Unidos, el director creativo de Walt Disney Pixar, John Lasseter, anunció que tomaría un permiso en medio de las acusaciones de conducta impropia. Pese a todo, estos acontecimientos no deberían opacar el impacto y la importancia de Coco.

Tengan en cuenta que los latinos no están acostumbrados a que los representen en el cine tradicional. En un estudio que llevó a cabo la Escuela Annenberg de Comunicación y Periodismo de la Universidad del Sur de California se determinó que en 2015 , solo el 5.3% de los personajes de las 800 cintas que se examinaron eran latinos, pese a que los latinos son grandes cinéfilos. Es más, cuando se representa a los latinos en la pantalla, con demasiada frecuencia salen como pandilleros, narcotraficantes o sirvientas.

Una película como Coco desmiente representaciones como las que Trump usa con tanta frecuencia. Trump ha llamado criminales y "violadores" a los mexicanos, los ha menospreciado y quiere levantar un muro en la frontera con nuestro vecino del sur. En la era de Trump, el éxito de Coco es aún más poderoso.

Los cineastas de Disney Pixar se merecen gran reconocimiento por presentar a la cultura latina de forma positiva, como debería ser con la cultura de cualquier grupo en este país de inmigrantes. Coco es una encantadora canción de amor a México y a los lazos familiares que nos unen a todos.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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