OPINIÓN: Recomendaciones para el próximo gobierno de AMLO
Nota del editor: Jorge Sánchez Tello es director del Programa de Investigación Aplicada de la Fundación de Estudios Financieros-FUNDEF A.C., centro de Investigación Independiente con sede en el ITAM. Las opiniones de esta columna pertenecen exclusivamente al autor.
(Expansión) - La economía de México es más abierta y cuenta con bases sólidas construidas en los últimos 20 años. Tenemos un sector privado desarrollado, mejores telecomunicaciones, un sistema financiero fuerte, un banco central con autonomía y libertad de expresión; sin embargo, existen algunos ámbitos comienzan a darse señales de mayor incertidumbre que puede impactar de forma negativa en la economía.
El primero es a nivel internacional, ya que el mercado financiero en Estados Unidos hizo una “corrección” durante octubre porque ha tenido un crecimiento suficiente desde 2009. Además, de la celebración de sus elecciones intermedias, que en realidad funcionan como un “referéndum” al presidente en turno.
El segundo factor que está dando incertidumbre a nuestra economía es la cancelación del Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) en Texcoco. Hasta el momento habíamos tenido una transición de cambio de gobierno en México relativamente en paz, pero al realizarse una consulta ciudadana sin apego a la ley se ha causado malestar por el pronunciamiento inicial del presidente electo Andrés Manuel López Obrador sobre detener el proyecto.
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Siempre que se le ha querido ganar a los mercados financieros, los políticos y/o gobiernos nunca han salido victoriosos, como en el caso de Argentina o Grecia. Los políticos no terminan por aprender que los mercados financieros castigan la irresponsabilidad, incertidumbre a la inversión, corrupción y los malos manejos del gobierno.
Ejemplo de lo anterior es que el ahorro de los trabajadores ya lo resintió en las Afores porque en octubre pasado se registró una perdida de 131 millones de pesos provocada por la incertidumbre internacional el tema del aeropuerto en Texcoco.
El presidente electo debe enviar mensajes contundentes y claros de compromiso de respeto hacia la inversión privada. Si quiere financiar muchos de sus proyectos de inversión definitivamente necesitará la ayuda de los empresarios.
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Si existen casos de corrupción, AMLO debe comprometerse a llevarlos ante la justicia para dar mayor certidumbre al país, un hecho que incluso puede ser histórico. Continuar con la corrupción puede generar un mayor descontento porque México es una nación de leyes que no se aplican.
El presidente electo debe comprometerse -con hechos- a que va a llevar unas finanzas públicas responsables, es decir, no más endeudamiento pero sí un recorte al gasto corriente.
Para beneficiar a la población necesita incentivar justamente a los mercados con mayor competencia y facilitar la creación de empresas que generen más empleo.
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México no necesita un conflicto entre mexicanos, contra empresarios o contra la población. Se necesita armonía y un acuerdo nacional para poder realizar las transformaciones que el país necesita por el bienestar de la gente.
La inseguridad y violencia también ha tenido un impacto negativo en la inversión así que el verdadero fondo de los problemas que tiene el país es que no tenemos un Estado de Derecho.
AMLO puede recobrar la certidumbre si el aeropuerto de Texcoco lo licita a la iniciativa privada tanto en su construcción como en la administración, además comprometerse a sancionar si detecta y comprueba cualquier acto de corrupción que haya existido.
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Las leyes tienen consecuencias sobre las acciones e incentivos de los individuos, por lo tanto tienen consecuencias sobre el intercambio y el funcionamiento eficiente del mercado.
A menos de un mes de que la nueva administración tome la enorme responsabilidad de administrar el gobierno de México, el presidente electo debe dar señales más claras sobre hacia qué tipo de país nos quiere llevar. Ya no es candidato y debe comportarte como presidente.
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