OPINIÓN: Los muros se le vienen encima a Trump

Nota del editor: Frida Ghitis, ex productora y corresponsal de CNN, escribe artículos de opinión sobre asuntos internacionales.Contribuye con frecuencia con CNN y The Washington Post y es columnista para World Politics Review. Síguela en Twitter como @FridaGhitis . Las opiniones expresadas en esta columna son exclusivas de la autora.

(CNN) - El fácil entender por qué el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, está tuiteando frenéticamente, tratando de disipar las sombras que lo acechan cada vez más. Tan solo los acontecimientos del martes 18 de diciembre agravan la tensión para Trump y el drama constante en el que vive el país.

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El día comenzó con una avalancha de tuits presidenciales, entre ellos uno que sonó como a despliegue de apoyo o a esfuerzo de Trump por influir en su exasesor de seguridad nacional caído en desgracia, Michael Flynn, quien iba camino a los juzgados para lo que supuestamente sería su lectura de sentencia después de haberse declarado culpable de mentirle al FBI. "Buena suerte hoy en el tribunal", escribió Trump , "será interesante ver qué tiene que decir".

Sin embargo, quien tuvo algo interesante que decir fue el juez, Emmet Sullivan. Los fiscales habían pedido que se le condonara la pena de prisión a Flynn porque había ayudado con la investigación del fiscal especial, Robert Mueller. Sin embargo, el juez se mostró asqueado por lo que Flynn hizo. "No oculto mi desagrado, mi desdén por esta infracción penal", le dijo a Flynn . Sullivan, quien ha recibido halagos de los partidarios de Trump (como Jeanine Pirro, de Fox News), fue implacable. Sullivan dio marcha atrás respecto a su cuestionamiento sobre el posible acto de traición de Flynn, pero señaló que "es una infracción muy grave" que "un alto funcionario del gobierno" haga declaraciones falsas en la Casa Blanca.

Eso nos hace pensar en otro alto funcionario que ha hecho declaraciones falsas en la Casa Blanca: el presidente. Al final, se pospuso la lectura de sentencia, lo que le permitió a Flynn ayudar a la fiscalía aún más para consolidar su investigación sobre la interferencia de Rusia en las elecciones de 2016 y sobre los probables lazos entre el Kremlin y el equipo de campaña de Trump.

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Por otro lado, Estados Unidos recibió otra serie de noticias sobre la posible corrupción de Trump y compañía. La Fundación Donald J. Trump, el presunto vehículo benéfico del presidente de Estados Unidos, accedió a suspender operaciones como parte de una investigación del estado de Nueva York. Con este acuerdo, prosperará una demanda contra la fundación, en la que se afirma, entre otras cosas, que Trump y tres de sus hijos violaron las leyes sobre financiamiento de campañas, lo que deja una mancha indeleble en el presidente. Trump ha negado las acusaciones.

Barbara Underwood, fiscal general de Nueva York, escribió sobre "un patrón impactante de ilegalidades" en la fundación, "incluida la coordinación ilícita" con el equipo de campaña de Trump. Dijo que la fundación funcionaba como "poco más que una caja chica para que el señor Trump o sus empresas les pagaran a organizaciones no lucrativas, sin importar su propósito o su legalidad". Lo increíble es que esta conclusión reveladora es el menor de los problemas de Trump.

A casi nadie le sorprende que las paredes se le estén viniendo encima a Trump. Lo desconcertante es la cantidad de paredes que se le vienen encima desde todos los ángulos imaginables.

No sabemos exactamente qué les dijo Flynn (quien, entre otras cosas, mintió sobre sus reuniones con funcionarios rusos) a los investigadores. Lo que sí sabemos es que el exabogado de Trump, Michael Cohen, se declaró culpable de cometer un delito en coordinación con Trump (Individuo 1) y reveló que Trump estaba negociando con Rusia la construcción de una torre Trump en Moscú. Gracias al abogado actual de Trump, el desventurado Rudy Giuliani, sabemos que las negociaciones pudieron haberse prolongado hasta noviembre de 2016 .

¿Esa peste en el aire será acaso el de la colusión? Una pregunta clave es si Trump ofreció conscientemente levantar las sanciones contra Rusia a cambio de los favores del Kremlin. Hay pruebas de que se habló de las sanciones en la reunión de 2016 en la torre Trump. Si Mueller presenta pruebas de que Trump ofreció cancelar las sanciones a cambio de que le ayudaran a ganar las elecciones, la fiscalía podrá descansar.

El lunes vimos montañas de pruebas sobre que los rusos ayudaron a Trump a ganar las elecciones. Como si necesitáramos más. También vimos pruebas de que Rusia sigue infiltrada en las redes sociales estadounidenses.

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Esas fueron tan solo algunas de las paredes que amenazan con sofocar la presidencia. El diputado federal Adam Schiff, nuevo presidente de la comisión de Inteligencia de la Cámara de Representantes, tiene pensado examinar las finanzas y otras actividades de Trump en enero. A principios de diciembre, Schiff dijo que Trump podría enfrentar " la posibilidad real de una condena de prisión ".

Pero hay más, mucho más. Si el tuit sobre Flynn que Trump publicó por la mañana sonó a un intento de obstrucción de la justicia, se debe a que hace eco de otros comentarios en línea que, de acuerdo con algunos juristas , equivale a manipular ilegalmente a un testigo . Hay quien propone que Trump actuó con la intención de obstruir a la justicia cuando despidió al director del FBI, James Comey, lo que provocó la designación de Mueller.

Por cierto, Comey se las arregló para irritar a Trump una vez más esta semana y suscitó un tuit polémico de la secretaria de Prensa de la Casa Blanca, Sarah Sanders, luego de que el exdirector del FBI criticara duramente a los republicanos por no desmentir las mentiras de Trump. Después de comparecer ante el Congreso, Comey llamó a los republicanos a "tener el valor de alzar la voz y decir la verdad, de no dejarse intimidar por tuits crueles o por el miedo a sus bases".

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Los republicanos tendrán que tomar una decisión pronto, porque los problemas de Trump son más pesados cada día. Parece que la lista de denuncias, declaraciones de culpabilidad e investigaciones sigue creciendo, y no solo es la investigación de Mueller, esa que Trump quiere desacreditar con tanta urgencia.

Entre las paredes que se ciernen ominosamente sobre él está la demanda sobre gratificaciones que entablaron las fiscalías de Maryland y el Distrito de Columbia. Afirman que Trump violó la constitución por aceptar "gratificaciones", pagos o favores de gobiernos extranjeros. La operación de las propiedades de Trump, particularmente el hotel International de Trump en Washington, está llamando cada vez más la atención. El diario The Washington Post reveló hace poco, por ejemplo, que unos cabilderos respaldados por los saudíes reservaron alrededor de 500 noches de hospedaje en el hotel poco después de que Trump resultara electo.

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La cantidad de casos de posible responsabilidad administrativa de Trump, sus empresas y su presidencia no tiene precedentes. Son tantos que aunque la fiscalía especial titubeara, lo más probable es que los problemas de Trump persistan.

Ahora que los miembros del gabinete están abandonando el gobierno entre una niebla de dudas éticas, es innegable que el hombre en el Despacho Oval no se siente atraído por personas con altos estándares éticos. Los antecedentes de Trump nos muestran que difícilmente es un ciudadano respetuoso de la ley . La conclusión de cualquiera de estas investigaciones probablemente no será buena para Trump. Esas sombras que se ciernen sobre él son las de los muros que empiezan a derrumbarse sobre su presidencia.

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