OPINIÓN: La llamada cuarta transformación a 50 días
Nota del editor: José Luis de la Cruz Gallegos es Director del Instituto para el Desarrollo Industrial y el Crecimiento Económico (IDIC). Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.
(Expansión) – El presidente López Obrador avanza en la modificación de las estructuras y del marco institucional que considera forman parte de la captura del Estado. Desde el Poder Legislativo, y aun antes de su toma de posesión, el Congreso de la Unión comenzó a operar cambios destinados a alinear el funcionamiento de la administración pública y el margo legal hacia la visión del Poder Ejecutivo. Hasta hoy la oposición política y otros sectores de la sociedad no han logrado mantener el paso del presidente. Parece que todavía no se comprende hasta dónde quiere llegar.
Desde el primero de diciembre ha mostrado su determinación por implementar estrategias que desde su punto de vista pueden contribuir a lo que él ha denominado la "cuarta transformación" de México. Sin lugar a duda, cuatro de sus iniciativas han generado la mayor controversia: la cancelación del aeropuerto del Texcoco , el cierre de los ductos que transportan combustible a zonas neurálgicas del país, la conformación de la Guardia Nacional y la modificación del presupuesto de egresos (lo cual incluyó la disminución en las remuneraciones de los servidores públicos y la confrontación con el Poder Judicial).
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Aún es prematuro poder evaluar si sus directrices modificarán el desempeño económico y social de México. No obstante, puede afirmarse que ocupan el primer plano de la opinión pública y que, si bien han causado controversia, el presidente mantiene un amplio margen de apoyo.
Tan solo en el caso del recorte presupuestal, López Obrador decidió poner en la mira de la sociedad a las universidades públicas y al Poder Judicial. En un inicio, y contrario a lo que se esperaba, recortó el presupuesto de las instituciones educativas más importantes de México, y si bien después se retractó, con ello logró el compromiso de los rectores y directores de comenzar a operar un ajuste al interior de sus instituciones. Algo similar ocurrió en el Poder Judicial.
Por otra parte, la sociedad mexicana afectada por la escasez de combustible ha hecho filas antes que manifestar algún tipo de descontento similar al de 2017, cuando la administración de Enrique Peña Nieto decidió elevar el precio. Ello muestra el respaldo social que su medida tiene entre la población: la lucha contra la corrupción y el crimen organizado alrededor del sector energético son bien evaluadas por los mexicanos.
En materia económica logró sortear la sombra de una baja en la calificación de la deuda pública, un problema potencial derivado de la cancelación del aeropuerto de Texcoco; el arreglo con los tenedores de bonos diluyó la controversia.
De igual forma consiguió la aprobación de su paquete económico sin mayores contratiempos, gracias a ello sus funcionarios podrán operar los mandatos del Poder Ejecutivo.
Contrario al escepticismo que existía desde el periodo electoral, la nueva administración operó un acuerdo con el equipo del presidente de Estados Unidos para atenuar el problema de la migración de centroamericanos a través del territorio nacional y propiciar una colaboración que busque un mayor desarrollo en el sur de México y Centro América.
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Probablemente el tema de la Guardia Nacional ha generado las mayores controversias aun dentro de sus grupos de apoyo y a nivel internacional, la propia Unión Europea ya se ha manifestado en el sentido de reconsiderar la medida.
¿De qué tamaño es la capacidad del Poder Ejecutivo de poner la agenda? Sus conferencias mañaneras han minado la audiencia de algunos noticieros y han propiciado que se disipara el debate alrededor de la cancelación de la Reforma Educativa, el presidente coloca los temas que se debaten en medios de comunicación y redes sociales. Su oposición va a la zaga y es reactiva.
Sin embargo, hay una pregunta que se debe realizar ¿México tendrá un mayor crecimiento económico y desarrollo social gracias a la capacidad estratégica y operativa del presidente López Obrador?
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La expectativa oficial de crecimiento planteada por el Secretario de Hacienda y Crédito Público es conservadora, inferior al 3%. ¿Podrán proyectos como el Tren Maya y la construcción de refinarías modificar la situación de pobreza de estados como Zacatecas, Oaxaca, Guerrero o Chiapas? A nivel municipal ¿Recibirán algún beneficio los municipios marginados en Estado de México, Nayarit, Chihuahua, Nuevo León o las alcaldías que concentran una alta pobreza en la Ciudad de México?
No es cuestionable, el presidente López Obrador ha logrado imponer su agenda en la opinión pública, sus acciones de gobierno avanzan, ahora habrá que esperar para ver la eficacia de sus funcionarios en la obtención de resultados y ver si hay efectos palpables y duraderos, más allá del gasto social asistencial, para toda la sociedad mexicana y el sector productivo nacional.
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