(Expansión) - Hace unos días, el director de Bienestar Emocional en el Trabajo de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social (STPS), Jorge Mérida Puga, declaró que 40% de los trabajadores en México presenta estrés laboral y recomendó a las empresas generar ambientes agradables para los trabajadores.
Coincido totalmente con esta sugerencia. Recuerdo un trabajo que tuve en el que el ambiente era muy agradable. Fue un trabajo en el que la percepción económica era baja, pero permanecí ahí porque el salario emocional era bastante bueno.
Para quienes no estén familiarizados con el término, el salario emocional se refiere a las retribuciones no económicas que un colaborador obtiene de su empresa con la finalidad de aumentar su motivación y lealtad hacia ella. El salario emocional incrementa la productividad, así como satisface las necesidades familiares o profesionales de la persona, mejorando su calidad de vida.