El mensaje de acuerdo es potente porque sienta un precedente para futuras negociaciones. No hay guerra, hay diálogo y soluciones para ambas partes, a pesar de lo que se ha dicho sobre este gobierno en su relación con el sector privado.
En segundo lugar, sorprende el monto del ahorro, que según el gobierno se alcanzó con el acuerdo. Una cifra de nada menos que 4,500 millones de dólares. Es claramente inaudito. Una cosa es ahorrar con recortes al gasto, pero otra muy distinta es ahorrar este jugoso monto negociando con el sector privado.
No cuento con los datos oficiales para hacer una “corrida” para verificar esta información. Esto, porque algunos medios publicaron con una redacción y análisis poco persuasivos, que esta cifra de ahorro es inexacta, dado que no se considera la medición a valor presente, es decir, descontando los flujos futuros con una tasa de descuento. Aplicando esta fórmula, supuestamente, el gobierno sale perdiendo millones.
Sin embargo, en principio, la definición de valor presente neto aplica para los proyectos de inversión, no para las cuotas y para los precios fijos o flexibles, que pagará la empresa del Estado a las empresas particulares.
El caso es que estos medios tampoco tienen la información de los precios y de las cantidades que se van a comerciar en cada ducto al paso de los años. Por ello, hacer un juicio sobre tal ahorro, en este momento, es especulación.