El gas más caro es el que no se tiene
Los detalles de la negociación serán fundamentales para entender cómo quedarán los contratos, pero lo más importante es que se pongan a funcionar los ductos y se continué con la solución de los conflictos de los que aún quedan por construir, dice Guerrero.
“Lo que sí gana es que ya fluya el ducto marino (…) así ya vas a depender mucho menos del gas natural licuado que ingresa por Altamira, que es más costos que el de Estados Unidos”, dice Eduardo Prud’homme, analista del sector.
Los embarques de gas natural licuado (GNL) desde Altamira, en Tamaulipas, cuestan alrededor de 12 dólares por millar de pies cúbicos, frente a los tres o cuatro dólares de la molécula que viene desde el sur de Texas.
Estos precios de GNL se refieren a los que llegó a importar México desde Asia, el mercado de referencia para este combustible; pero la CFE ahora también tiene acceso a otros mercados en Estados Unidos, como el de Luisiana, donde se consigue a menor precio, dice Guerrero.
Los precios del GNL han promediado 3.95 dólares en agosto de este año, frente a 2.61 dólares del gas natural, según cifras de la Secretaría de Energía (Sener). Así que, aún con estos precios bajos, el gas natural por ducto sigue ganando. Y hay mucha más capacidad en esta infraestructura que a través de los barcos.
La operación del gasoducto va a permitir desahogar las necesidades de gas natural que se tienen en zonas como en el centro del país, y que ahora dependen de la producción que tiene Pemex en el Golfo de México. Así que esta nueva vía va a permitir que esa extracción se pueda dirigir a otras áreas como a las plantas de generación eléctrica en la Península de Yucatán, explica Prud’homme.
México consume cerca de 8,040 millones de pies cúbicos diarios de gas natural, de los cuales 5,453 millones provienen de importaciones, y 2,587 millones de la producción de Pemex, según cifras de Sener. Pero de la extracción nacional, casi la totalidad la consume la petrolera nacional para sus propios procesos, por lo que la entrada en operación del gasoducto marino permitirá tener una nueva fuente de la molécula para las industria privada.