Economía digital, al rescate de las Pymes

Y es que las empresas deben darse cuenta de que los usuarios cada vez están haciendo más cosas en internet; por ello, las Pymes que no se adapten a operar en esta nueva economía digital, se van a ir quedando atrás … muy atrás.

¿Qué puede pasar si no se adaptan?, se enfrentarán a un creciente riesgo de perder clientes y ventas, y de quedar imposibilitadas para avanzar a la velocidad que se necesita en la nueva Economía Digital. En resumen, acelerarán su proceso de extinción.

¿Se acuerda cuando iba a pagar el recibo de la luz, del agua o incluso del teléfono a una oficina y siempre en efectivo? Eso se acabó, hoy el pago de esos servicios “tradicionales” se pueden hacer a través de internet.

Desde el punto de vista de finanzas personales, todo se está moviendo a poderlo administrar por tarjeta, incluso servicios muy antiguos y tradicionales, como los antes mencionados, se pueden también hacer ya desde un celular.

Esto quiere decir que no sólo existe la nueva economía que surge de forma nativa en la red, sino que también aquellos servicios antiguos se están integrando a funcionar digital y remotamente.

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Desde ese punto de vista, las personas van a estar cada vez más cercanas a digitalizar sus finanzas, así como se está digitalizando toda su vida.

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Hoy en día es indispensable que las empresas adquieran nuevas habilidades de administración digital, y aunque al principio parece mucho más difícil hacer todo desde una perspectiva digital, eventualmente facilitará el comercio.

Al adaptarse a la economía digital, las empresas van a poder mostrar fotos, videos y opiniones de terceros sobre sus productos e incluso vender y cobrar en internet, y con eso acceder a nuevos clientes que antes sólo tenían si la gente pasaba por donde estaba su negocio o local de ventas, y éste se encontraba abierto.

¿Cómo hacerlo? Para poder acceder a un mercado que no se conoce, es muy beneficioso el uso de todas las herramientas digitales como Facebook, Instagram y Twitter.

Pero para poder aprovechar al máximo estas ventanas, es necesario estar tan digitalizado como sea posible, que sus productos se puedan exhibir por internet, que los pueda enviar por mecanismos de envío modernos, y que por supuesto los pueda cobrar en dinero digital.

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Como ya lo hemos empezado a ver (y vivir), todos estamos empezando a manejar nuestro dinero cada vez más desde nuestra computadora o desde nuestro celular, no sólo porque cada vez a más gente le pagan vía electrónica, sino porque además cada vez hay más opciones de pago o transacción vía digital.

Hoy muchos comercios están recibiendo nuevos formatos para aceptar pagos, como por ejemplo, Clip o Mr. Pago, y por supuesto tarjetas de crédito.

Y muchos usuarios que no estaban tan acostumbrados a usar su banca en línea, ahora tienen la opción de poder tener acceso a tarjetas de instituciones modernas, como Albo, Cuenca o Miio, que permiten muy fácilmente abrir una cuenta, trabajar y operar.

Eso hace que entonces sea mucho más sencillo para un usuario mantenerse en un ecosistema digital, no sólo porque hay alternativas digitales, sino también porque muchos productos, al ser virtuales, ya nacen de una forma natural en un entorno digital.

Otro ejemplo de esto es que los juegos por internet, la publicidad, nuevos productos que antes no existían como Netflix o Spotify, y que ahora son parte de la vida diaria, se tienen que pagar casi forzosamente con una tarjeta de crédito.

Y si no me cree, ahí está el Banco de México (Banxico) que hace unos días lanzó la plataforma CoDi, cuyo objetivo es facilitar las transacciones de pago y cobro a través de transferencias electrónicas, de forma rápida, segura y eficiente, a través de teléfonos móviles.

Lo anterior en un esquema 24x7, hasta por un monto de 8,000 pesos y sin pagar comisiones.

Todo está encaminado hacia la Economía Digital, ¿qué espera para transformar a su Pyme hacia este modelo que llegó para quedarse?

Nota del editor: José de la Luz López Sanguino es experto en experto en Economía Digital y dirige Delt.ai. Las opiniones expresadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

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