Otro aspecto que afectará el mercado inmobiliario es el efecto de la Ley Federal de Remuneraciones de los Servidores Públicos, ya que la reducción significativa en los ingresos de los trabajadores del Gobierno Federal minimizará las posibilidades de que puedan adquirir una vivienda.
Se estima que entre 15,000 y 20,000 funcionarios públicos sufrieron una baja considerable en sus ingresos y eso tiene un impacto directo en el mercado; hablemos tan solo de la zona metropolitana de la capital donde, además, se estima un déficit de 62,000 viviendas. Al haber menos casas o departamentos disponibles en el país, el valor de los mismos podría incrementarse aún más.
La buena noticia es que en la recta final de 2019 estamos viendo que los bancos tienen un claro apetito por seguir otorgando créditos hipotecarios y eso es una magnífica señal. Significa que a pesar del escaso (o nulo) crecimiento que tuvo la economía, no se vislumbra un escenario sombrío.
La reducción de la tasa de referencia del Banco de México a niveles de 7.50, permitió que algunos bancos redujeran sus tasas a niveles de 8%, algo que no habíamos visto en plazos fijos en mucho tiempo en México.