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¿Te das tiempo para conocer a tus hijos?

Revisa si el tiempo que pasas con ellos son momentos verdaderamente enfocados o periodos en los que aprovechas para revisar mensajes en tu celular, dice Adriana Castro.
mié 15 enero 2020 10:45 AM
Father and his child playing together
Escucha las percepciones, problemas, y expectativas de tus hijos, recomienda Adriana Castro.

(Expansión) - Muchos estamos consternados por el caso del niño que disparó a su maestra en Torreón . Atribuir a una sola causa este lamentable hecho, dejaría fuera los múltiples factores que probablemente influyeron para que ocurriera este caso de violencia.

En los últimos días se ha hablado sobre la importancia de la prevención a través de fomentar en los niños valores y una cultura de paz. Esto es algo que nos corresponde a los diferentes contextos en los que se desenvuelven l@s niñ@s: desde la familia, la escuela, el vecindario, los medios de comunicación y el gobierno.

En el contexto familiar, un pilar para el desarrollo de los hijos es tener una comunicación efectiva con ellos. Si tienes hijos probablemente te ocurra que entre el trabajo y las responsabilidades del día a día, en ocasiones, no les dediques todo el tiempo que quisieras.

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Precisamente, el premio Nobel de Economía Daniel Kahneman, estudió este fenómeno y encontró que muchas de las personas que trabajan se frustran porque no disfrutan del tiempo que pasan con sus hijos o sienten que no es suficiente.

Mi recomendación es que antes de que intentes destinar más tiempo a tus hijos, revises si el tiempo que actualmente pasas con ellos, son momentos verdaderamente enfocados o son periodos en los que “aprovechas” para revisar tus pendientes y tus mensajes en el celular

Tal Ben Shahar, profesor de Harvard especializado en Ciencia de la Felicidad, recomienda a quienes tienen hijos que cuando estén con ellos se desconecten de la tecnología. Él dice que se puede disfrutar de los hijos sólo si se reserva tiempo para ellos; y hay pocas cosas más importantes que se pueden hacer por la felicidad personal que dedicarse a los seres queridos.

Treinta minutos diarios de conexión real y escucha activa es mejor que tres horas de multitasking en los que se divide la atención y no se está completamente con los hijos.

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Señala que no sólo somos menos productivos y creativos cuando intentamos realizar múltiples tareas, sino que somos mucho menos felices a largo plazo. Esto no significa que nunca debemos hacerlo. De hecho, es inevitable que lo hagamos, pero necesitamos tener lo que él llama «islas de la cordura»: momentos durante el día en que realizamos una sola tarea. Pueden durar 30 o 90 minutos, según cuánto tiempo podamos destinar. Pero cuanto más tiempo, mejor. En este caso, la tarea diaria es escuchar a tus hij@s.

¿Cómo escuchar a los hij@s?

Haz contacto visual con él o ella. Cuando escuches a tu hijo es recomendable que detengas todas las actividades y te mantengas ajeno a las distracciones.

Tómate el tiempo para conocerlo: Escuchar sus percepciones, sus problemas, y sus expectativas. A veces, hay hijos poco comunicativos (esto es común con adolescentes) y ante ello algunos padres intentan sacar esta información a modo de interrogatorio policiaco. De ser así, recomiendo maneras más amigables para conocerlo. Por ejemplo, puede ayudar que vean una película juntos y después preguntes a tu hijo cosas como “Si tuvieras el mismo problema que el protagonista ¿Qué hubieras hecho?” “¿Alguna vez has sentido lo que vivió este personaje?” Así puedes conocer su manera de pensar en una forma en la que no se sienta intimidado.

No lo interrumpas. Permite que tu hijo pueda hablar sin interrupción y deja que termine su discurso. Esto ayuda a que se sienta validado y con confianza para externarte su opinión en futuras ocasiones.

Si te comparte un problema es importante que averigües qué necesita: ¿Sólo quiere ser escuchado? ¿O quiere que le ayudes a encontrar una solución? A veces ellos sólo quieren poder expresar sus emociones. De ser así, préstale atención y evita decirle cómo se debe de sentir. Con frecuencia escucho padres o madres que dicen cosas como “No debes estar triste, ya olvídalo.” “No te enojes, porque el que se enoja pierde”. Ayudar a tu hijo a poner en palabras lo que siente, tiene un efecto muy positivo que lo hace sentir ligero, aliviado y con claridad mental para tomar perspectiva y encontrar soluciones. Pregúntale si quiere que lo ayudes a encontrar una solución y de ser así, constrúyanla juntos. No lo soluciones tú.

Saber escucharse en el núcleo familiar comienza con que tú como madre o padre seas un buen escucha. Desarrollar esta habilidad es todo un arte pero sin duda ayuda significativamente a que tus hijos desarrollen su mente, su lenguaje, y sus relaciones interpersonales de manera óptima, lo cual contribuye a que se conviertan en adultos sanos y felices.

Recomendamos: Torreón, el caso aislado de violencia

Nota del editor: Adriana Castro tiene una especialidad en Psicología de la Creatividad por la Universidad Autónoma de Barcelona. Es fundadora de Call to Action: Empresas felices. Síguela en Facebook Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente a la autora.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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