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¿La energía contamina?

A partir del 2020 debemos regresar a la base de crear energía en forma orgánica, opina Ramses Pech.
mié 22 enero 2020 07:00 PM

(Expansión) – La contaminación en el mundo, de acuerdo a datos históricos, empezó cuando existió la combustión a nivel celular al tomar el oxígeno del entorno y emitir contaminantes de una reacción química; ante ello, la naturaleza creó un filtro de purificación por medio de las plantas para mantener el ciclo de oxigeno necesario para la vida.

La contaminación en un inicio era orgánica y en nuestros días incluye productos sintéticos creado por el hombre por la alteración química a la estructura molecular o imitación de la misma. El resultado ha sido que la naturaleza está llegando en un punto que no puede mantener el ciclo del retorno del oxígeno.

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Actualmente existe una confusión inadecuada e insolente de cada uno de nosotros ligando el cambio climático a la contaminación y son dos cosas diferentes; la primera es una consecuencia de la segunda. La contaminación crea reacciones químicas y en cada una hay liberación de calor, dando a lugar a nuevos componentes que no pueden ser absorbidos por la naturaleza, y provoca una acumulación tal que altera el control del equilibro y que debería haber en un espacio creado para una condición de vida.

El ser humano ha fomentado una hipocresía ambiental al justificar el hecho de un acto consensuado por muchos años, al aprovechar la energía como motor de crecimiento económico, tecnológico, cultural y ideológico de cada nación en el mundo. Ecologistas, ambientalistas, científicos, ingenieros, políticos, todos nosotros decimos hay que hacer algo ante el cambio climático, pero todos continuamos aprovechando lo que a cada uno nos conviene para mantener un estatus quo.

A partir del 2020 debemos regresar a la base de crear energía en forma orgánica o aprovechar cada recurso de la naturaleza adjudicando la palabra renovable; la realidad no debería ser así, debido a que el daño está hecho y es irreversible.

Recordemos que una reacción química, una vez iniciada, continuará hasta una fase final. El hombre creó una forma de vida ligada a la movilidad de cada uno en función de realizar combustión para el movimiento de motores, turbinas o cualquier tecnología que requiera una ignición.

Ante lo anterior debemos de entender que el equilibrio del ciclo de la vida por medio del control natural en nuestro planeta ha sido alterado y no puede regresar al origen molecular de reacciones químicas controladas. El ser humano debe ayudar a la naturaleza a establecer parámetros actuales en donde la naturaleza pueda entrar en equilibrio a partir de la actualidad.

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Revertir el cambio climático y eliminar la contaminación es imposible. Pero en ambos se pueden establecer parámetros máximos controlables en función a lo tolerable permisible que la naturaleza puede hacer en función del número de población.

La energía ha evolucionado para conseguir materia prima que tenga una mayor eficiencia en el tiempo de vida para producir energía a un bajo gasto con la reducción de contaminantes que generen reacciones químicas que aporten calor al entorno.

Hoy hay una hipocresía ambiental del ser humano de implementar campañas en reducir a cero la contaminación y la temperatura del planeta en 2 grados; el mundo ha dejado claro quién mueve la economía: es la energía y no habrá otra que pueda surtir en los siguientes 100 años al depender el crecimiento tecnológico de ella.

Debemos establecer la forma de regular el cómo contaminar al reducir en volumen, lo que emitimos y crear tecnología que ayude a la naturaleza a crear filtros de pureza del oxígeno al medio ambiente, el cual da vida y controla la temperatura del planeta.

Hipócrita todo aquel que diga que no tira basura, que no usa un medio motriz para desplazar, que no usa cemento, asfalto o cualquier medio para crear caminos; que no crea edificios, casas o hábitat; que no cambia domicilio a ciudades; que no utiliza la electricidad para su actividad diaria. Todo ello proviene de una industria energética que no desaparecerá.

Es tiempo de invertir en investigar cómo crear energía (no podemos dejar de usar en forma tajante) con menos emisiones contaminantes que generen reacciones químicas en el medio ambiente en un mediano plazo.

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El nuevo modelo energético de convivencia: la energía crea contaminación y calor; hay que utilizarla en función a donde podemos tener el control, cuyo objetivo es ayudando a la naturaleza a que tenga el ciclo natural de regeneración. En el caso de no poder, entender en adaptar a eliminar cada contaminante producido para utilizarlo en tener energía infinita y el hombre deberá mutar su organismo a resistir, pero ¿en cuánto tiempo ocurrirá la adaptación?

Nota del editor: Ramses Pech es analista de la industria de energía y economía. Es socio de Caraiva y Asociados-León & Pech Architects. Síguelo en Twitter como @economiaoil . Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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