Antes si quiera de poder encender motores, es importante completar la inspección interna y externa, desde cosas básicas como ver que el avión esté completo, que a simple vista esté simétrico y que no tenga derrame de fluidos. Ahora, si nosotros pensamos que para llevar finanzas sanas podemos saltarnos partes o no realizar esa misma inspección estamos en un error. Para analizar nuestras entradas y salidas de recursos, tenemos que identificar perfectamente nuestros flujos de efectivo. No basta con ser un experto en el manejo de la tarjeta de crédito para aprovechar el financiamiento que puedo obtener por más de 45 días o meses sin intereses, finanzas sanas es un hábito.
En la aviación todo se realiza con listas que detallan los procedimientos, siempre me dice mi instructor, sin lista no hago nada. El reto para nosotros consiste en establecer nuestras propias listas que permitan sanear nuestras finanzas, ser metódicos e irlas cumpliendo cabalmente. La memoria en estos casos no es la opción, las listas se siguen y se hacen, si me indica frenos de estacionamiento activados, leo y ejecuto, así debería de establecerlo en las finanzas personales, por ejemplo, hoy recibo mi sueldo o tengo ingresos, antes de comenzar a dispersar, debo registrar la entrada y así puedo dar seguimiento a qué hice con los recursos.
En esta primera entrega me gustaría hacer énfasis en el plan de vuelo, que es un documento que contiene toda la información sobre un vuelo proyectado o parte de éste que se somete a las dependencias correspondientes para su conocimiento. Además, aporta la información técnica añadida por el piloto del avión, debe constar el lugar de salida, destino, altitud, velocidad de crucero, entre otras.
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Un presupuesto debería contener con gran detalle toda la información necesaria, en primer lugar, para qué necesito elaborarlo, porque puedo prepararlo para mi día a día, un viaje, pago de deuda o porque quiero comenzar un negocio.