(Expansión) - El presidente López Obrador dijo que tiene todo listo para que se haga la rifa del avión presidencial. Sin embargo, sólo le preocupa algo: cree que el dinero es un bien que puede echar a perder a las personas y a las familias, una idea que muchos tienen.
¿Ganar el avión te echaría a perder, como dijo AMLO?
Para ampliar nuestra perspectiva revisemos algunos datos que la Ciencia de la Felicidad revela al respecto. Se realizó un estudio en 2008 enfocado en identificar qué efectos a nivel personal y social ocurren en las personas ante la sorpresa de recibir ingresos inesperados, como ganarse la lotería. Se estudiaron casos de holandeses que habían ganado el anhelado premio y se encontró que un gran porcentaje manifestó que al momento de recibir el premio su nivel de felicidad aumentó considerablemente aunque al cabo de un año la euforia se desvaneció y volvieron al mismo nivel de felicidad que antes tenían.
Esto se debe a un concepto denominado adaptación hedónica. Significa que los seres humanos tienen facilidad para acostumbrarse a los cambios en sus vidas. Bridget Grenville-Cleave, de la Asociacion Internacional de Psicología Positiva señala que esta adaptación tiene dos efectos:
Cuando alguien se gana la lotería; a corto plazo, las cosas sencillas que antes disfrutaba,como beber un café, un domingo con la familia o un atardecer, podrían parecerle menos satisfactorias en comparación con los nuevos placeres que el dinero le brindaría. A esto se denomina “efecto de contraste”.
El otro, se llama “efecto del hábito” y ocurre cuando su nuevo estilo de vida deja de ser una novedad. Es como si se perdiera la capacidad de asombro.
Todo esto ocurre a nivel personal; ahora, también a nivel familiar el dinero puede ser un elemento que dañe. Por ejemplo: imagina que te ganaste la lotería y decides participar como inversionista para apoyar un negocio que tu hermano está emprendiendo. Te dice que el modelo de negocio es perfecto, pero a los pocos meses falla. A partir de ese momento, tu familia y la de él ponen distancia y te rehusas a asistir a los cumpleaños familiares hasta que tu hermano te pague.
Hay muchas historias en las que el dinero ha separado familias (cuando se recibe una herencia, por ejemplo), pero en este caso, ¿se puede atribuir que el dinero te separó de tu hermano? Me atrevería a decir que no. Probablemente el vínculo con tu hermano ya estaba fracturado desde antes y el tema económico sólo fue el escenario para que se manifestara esa división.
¿Cómo proteger a tu familia para evitar este tipo de daños? Construye vínculos familiares fuertes que promuevan los valores y el bienestar:
- Acepta la forma de pensar, el estilo de vida y las elecciones tanto de amistad como de pareja de cada integrante de tu familia.
- Promueve la colaboración. Cada vez que alguien ayude a otro, celébralo y reconócelo como un valor que aprecias.
- Si vives lejos de tus parientes crea redes de apoyo que amplíen tu círculo familiar. Apúntate a actividades como un grupo de madres con hijos pequeños, un grupo religioso, un gimnasio, un club de algún pasatiempo. Sólo sé prudente: Cuando conozcas gente nueva, ten cautela. La confianza toma tiempo.
Ahora, para minimizar el efecto de la adaptación hedónica:
Realiza un diario de gratitud. Antes de dormir escribe tres cosas por las que te sientas agradecido. Cada noche debes escribir algo distinto y si es un detalle pequeño o un agradecimiento a una persona, mejor. Esto ayuda a recobrar la capacidad de asombro .
Realiza actividades que impliquen un involucramiento físico y mental (andar en bici, ejercitarse, visitar a los amigos) Hay estudios que indican que colaborar en un voluntariado no sólo aumenta los niveles de felicidad sino te hace más longevo.
Evita llenarte de actividades relacionadas con el ocio pasivo como ver TV, pasar demasiadas horas en las redes sociales o estar mucho tiempo solo sin hacer nada. Este tipo de actividades en pequeñas dosis diarias ayudan, pero los expertos señalan que saturarnos de ellas puede llevarnos a emociones desagradables como el aburrimiento o la tristeza.
Se gane o no la lotería, la recomendación es que se destine el dinero en aquello alineado a nuestros valores y que nos ayude a tener a una vida con significado
Nota del editor: Adriana Castro tiene una especialidad en Psicología de la Creatividad por la Universidad Autónoma de Barcelona. Es fundadora de Call to Action: Empresas felices. Síguela en Facebook (adrianacastromx). Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente a la autora.
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