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KM11: No te enfoques en la medalla, sino en las variables

Sabes que algo está bien planteado porque te puedes concentrar en aspectos muy específicos, que al final impactan el resultado, opina Jorge Cuevas .
sáb 08 febrero 2020 07:00 AM
Corredor - maratón  - ejecutivo - ejecutiva -
No me centro en hacer mejor mis 42 kilómetros, me enfoco en mi estado físico, y luego en marcas más pequeñas, apunta Jorge Cuevas.

(Expansión) – Imagina que estás concentrado en un número, por ejemplo, tus ingresos o tu peso ideal, la meta de ventas o el ahorro total del año; entonces te esfuerzas directamente por ese indicador. Te preguntas constantemente, ¿cómo puedo ganar más? ¿Cómo puedo bajar de peso? ¿Cómo ahorro el doble? Y crees que eso es ser ambicioso.

Pero hay una paradoja, cuando te centras en el objetivo final, tus resultados son lineales, cortos. Puedes en este caso aumentar tus ingresos, pero no exponencialmente cuando estás buscándolo con ese pensamiento tan directo.

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Lo mismo pasa con las metas deportivas. Voy a suponer que el equivalente a mejorar tus ingresos fuera hacer una mejor marca en maratón, es decir, un tiempo más rápido. Te concentrarás en entrenar más duro y seguro mejorarás, pero si quieres dar un salto que te lleve a otra dimensión te debes concentrar en otras variables.

Antes de continuar, piensa en qué quieres mejorar: ¿Tu ingreso? ¿Tu condición física? ¿Tu salud? ¿Tu plan de retiro? Lo que sea, elige.

¿Cuál es tu indicador final? Ese en el que la lógica dice que te debes concentrar. ¿En qué se mide? ¿En dinero? ¿En minutos por kilómetro? ¿En kilos? ¿En podios? ¿En medallas? ¿En becas? aquí viene lo importante. Tienes que enfocarte y apostar a las variables que afectan dramáticamente ese resultado. No en el resultado mismo. Y en estos dos planteamientos hay una gran diferencia. Te explico; primero en términos deportivos y luego voy a los negocios.

Si yo quiero mejorar mi velocidad como corredor de maratón, el indicador final es en cuánto tiempo logro hacer 42 kilómetros, y en cuántos minutos por kilómetro debo de correr durante esa distancia para lograrlo. Pero la pregunta sería: ¿cuáles son los indicadores predictivos para este resultado?

Por ejemplo, uno puede ser mi peso y composición corporal; si logro estar más ligero, con menos grasa y más músculo, podré mejorar mi marca aproximadamente 1 minuto por cada kilo que baje.

Entonces mi meta es más específica, cada kilo que bajo estoy impactando el resultado final. Pero hay mucho más. Si logro que mi corazón no se dispare, y puedo correr más kilómetros con menos pulsaciones por minuto, tendré una variante clave, porque mi corazón resistirá más kilómetros sin acelerarse y aumentará mi probabilidad de llegar entero al final de la carrera. Si no se me dispara el corazón no sufriré el muro y mi final de carrera será más rápido.

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No me centro en hacer mejor mis 42 kilómetros, me enfoco en mi estado físico, y luego en marcas más pequeñas. Si mejoro dramáticamente mis 10 mil metros, mi pronóstico será sustancialmente mejor.

Es más, si mejoro mis 200, 400 y 1,000 metros, según las calculadoras de ritmos, aumentaré las probabilidades de lograr la meta. Y así encontraré 4 o 5 variables más en las que me puedo concentrar. Sabiendo que con cada meta específica estoy aumentando mis posibilidades en 42 kilómetros, ¿ya lo cachas?

El resultado final es una consecuencia. Una bailarina no debe concentrarse en ganar una medalla o ser profesional, sino en variables como la flexibilidad, la composición corporal o lograr aspectos específicos como saltar más alto, mejorar su capacidad cardiaca, la fuerza en el abdomen o la expresión. Son metas pequeñas que impactan exponencialmente el resultado.

Ahora regresemos a tu meta. Sí, a la tuya, la del que está leyendo, ¿en qué te debes concentrar? Supongamos que quieres vender el doble; no te centres en la cantidad de dinero que quieres generar, sino en otras variables, por ejemplo, ¿cuántos clientes ves al día?, ¿cómo aumentas el tráfico en tus espacios digitales?, ¿cómo mejoras tu nivel de escucha y conexión con tus productos?

Sabes que algo está bien planteado porque te puedes concentrar en aspectos muy específicos, que al final impactan el resultado de una manera exponencial.

Si a cada 3 de 10 clientes les encanta tu producto, ¿cómo lo puedes hacer irresistible para 6 de cada 10? En eso debes de concentrarte, porque si solo te centras en atraer más prospectos, cada vez tendrás más trabajo, pero te comprarán muy poco.

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Tú decides qué apuesta haces. Plantéala de tal manera que concentrándote en cosas específicas, puedas modificar exponencialmente tus probabilidades de éxito. Porque si lo que te planteas solo se logra por esfuerzo, desperdiciarás tu energía y tus recursos, tendrás que ser un héroe épico todos los días y eso no es sostenible; esto en el deporte te lesionará y en el negocio te desgastará, que es lo mismo.

Aquello que requiere un desgaste descomunal todos los días, para lograr resultados medianos, es una estrategia que hay que replantear. Sé valiente, anímate a cambiar tu estrategia. Ten claro cuál es el gran objetivo y en qué se mide. Pregúntate, ¿cuáles son las 2 ó 4 variables específicas en las que te puedes concentrar?, asegúrate de que están en tus manos. Haz un plan a 1 ó 5 años, pero ve midiendo tus resultados a diario, o cada semana.

Si diseñaste bien tus indicadores, los números te contarán historias que te harán ajustar y replantear cuando sea necesario.

Quítate el pensamiento tipo: “esfuérzate como un guerrero para lograr cosas extraordinarias”, cámbialo por: “¿cómo puedes transformar tus resultados haciendo pequeñas cosas que impacten la realidad? ¿Cómo puedes hacer una estrategia que te exija esfuerzos a tu alcance para aumentar tus capacidades? ¿Cómo puedo revolucionar mi vida y mi negocio con un pasito cada día?”.

Serán pequeños esfuerzos, pero la constancia y la disciplina te llevarán en unos años a metas que sonaban inalcanzables.

Nos vemos en el próximo kilómetro.

Nota del editor: Jorge Cuevas es corredor de fondo en la vida personal y profesional. En 20 años de carrera le han publicado 11 libros, entre ellos “MARATÓN” (corredor o no el enemigo está en tu cabeza). Se dedica a desarrollar ejecutivos y emprendedores con juegos innovadores que él y su equipo desarrollan. Es un corredor amateur-amateur que ha hecho ya 10 Maratones en diferentes lugares del mundo. Síguelo en sus cuentas de Twitter , Facebook e Instagram . Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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