Por eso, es clave que las personas tengamos presentes los siguientes puntos para cuidar nuestra privacidad y generar cultura:
1. Hablamos de una privacidad holística, tanto en el mundo físico como digital. Aceptar términos y condiciones del uso de datos sin saber para qué se utilizarán es lo mismo que vivir en una casa con paredes de cristal. Así de expuestos pueden estar las personas en el mundo digital.
2. Si una aplicación o servicio es “gratis”, el pago son los datos del usuario. Este punto es de vital importancia, ya que una vez que comprendemos esto, nuestra concepción frente a lo que descargamos en el celular, tablet o laptop cambia radicalmente en pro de cuidar nuestra integridad personal.
3. Debemos tener presente que tenemos mucha más información personal (cuentas bancarias, contraseñas, correo, redes sociales, contactos, etc.) en nuestros dispositivos móviles que en cualquier otro lado. Para saber cuán valiosa es la información que se tiene pensemos, ¿qué pasaría si perdiéramos el celular?, ¿cuál sería el impacto económico o familiar de que un tercero accediese a esa información?
4. Es recomendable proteger el tráfico de datos a través de soluciones de protección digital que resguardan a las personas, buscadores y aplicaciones que encriptan los mensajes y los emails. En este punto podemos encontrar múltiples soluciones VPN (redes privadas virtuales); sin embargo, siempre teniendo presente que en Internet no existe nada gratis. Por otro lado, también se debe saber discriminar cómo una VPN protege el tránsito de datos punto a punto, pero, esto no incluye la información que el usuario regala a las empresas o plataformas sociales con su registro y lo que almacena o publica.
Las nuevas tecnologías avanzan hacia un mundo cada vez más digital, desde un dispositivo móvil, un wearable o el Internet de las Cosas (IoT, por sus siglas en inglés), lo que significa que nosotros debemos seguir caminando hacia esta cultura y concepción integral de nuestra seguridad y cuidado de datos personales. Porque, sin ser dramáticos pero sí realistas, también avanza la ciberdelincuencia, como el robo de identidad, o posible mal uso de información.