Recientemente tuvimos la oportunidad de ver algo impresionante, la construcción en China de un hospital de 1,000 camas en tan solo 10 días para atender a enfermos contagiados por el coronavirus, y el hospital que construyeron cumple con todos los requisitos técnicos para lograr su finalidad.
Si analizamos lo que hay detrás de esto, vamos a encontrar a alguien que tuvo la idea y la expresó a muchas personas que se sumaron a la misma y, partiendo de una actitud de “sí se puede” sumaron sus conocimientos en un trabajo de equipo para coordinar la construcción. Esto es muy importante, la suma de ideas que nos llevan a logros como éste, la idea inicial fue corroborada con sugerencias e ideas de otros, del trabajo en equipo, demostrando el enorme potencial del ser humano.
Las ideas deben ser complementadas con los valores del ser humano, con principios éticos a fin de que sean positivas; la frase de que “el fin justifica los medios” nos conduce a eliminar cualquier tema ético y de valores en el desarrollo y análisis de una idea. Por ejemplo, Hitler tuvo la idea de lograr la “raza aria” en Alemania y supo aprovechar el poder de su idea, en el momento adecuado en la historia de ese país, a fin de llegar al poder, mucha gente de gran inteligencia se sumó a este proyecto, militares, científicos, médicos, empresarios, políticos, entre muchos otros.
El resultado fue la Segunda Guerra Mundial y la muerte de entre 50 y 60 millones de vidas; aproximadamente 10 millones se registraron en campos de exterminio, campos de concentración. La idea de Hitler fue, como anoto antes, poderosa, pero carente de todo valor humano y ética, todo lo contrario.
Es increíble pensar cómo un grupo de gente brillante, preparada y lideres de su momento, se sumaron a ella y cometieron actos de gran crueldad en detrimento de la humanidad.