¿Por qué viene sacar esa lección en estos tiempos?, porque también para el momento que estamos atravesando es importante tener calma, calma y después calma. Un punto importantísimo de partida es realizar un balance de nuestras finanzas para ver qué tan sanas están.
Así como en un vuelo se presenta una emergencia, lo primero que hay que evaluar antes de hacer nada, es ver qué sucede, ir a los procedimientos. Si ustedes recuerdan la película Sully, basada en aquel hecho histórico en donde el Capitán Chesley Sullenberger, guarda una serenidad envidiable tras el impacto de su avión contra unas aves lo que resultó, en una avería en ambos motores del Airbus A320 que comandaba y tuvo que tomar una decisión, que al principio pudo haber sido cuestionada, pero al final salvó a todos los pasajeros y equipo que estaban a bordo tras acuatizar en las aguas del río Hudson en Nueva York.
Si bien no se puede equiparar la emergencia y no estamos en ese punto, al evaluar mis finanzas puedo ver hasta cuánto dispongo para realizar mis operaciones cotidianas y ver si es necesario optar por un instrumento de crédito para así solventar los gastos extraordinarios que se pudieran presentar, ya sea una tarjeta de crédito o un crédito personal. Eso me permitirá estar listo para hacer frente ante cualquier imprevisto, así como el Capitán Sully lo hizo gracias a su adiestramiento. Por esta razón, el contar con finanzas sanas es importante ya que también es un continuo entrenamiento.
Utilizar la tecnología que está a nuestra disposición es una gran herramienta. En aviación, cuando operamos bajo las reglas de instrumentos, prácticamente confiamos al 100% en las lecturas que nos dan nuestros indicadores y les puedo decir por experiencia que garantizan nuestra seguridad al transitar por aerovías o al aproximarnos a los aeropuertos en lo que en inglés se conoce como instrument landing system (ILS por sus siglas) o sistema de aterrizaje instrumental, que aun en las peores condiciones nos lleva con seguridad a las marcas de toque de la pista.