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¿El dinero mata al virus o protege a la población activa?

El objetivo del dinero actualmente es proteger a la gente económicamente activa y al mismo tiempo unir esfuerzos para combatir el virus , opina Ramses Pech.
dom 22 marzo 2020 08:16 AM

(Expansión) – El mundo ha caído en una incertidumbre en cuanto a la decisión de qué cantidad requiere para combatir al Covid-19 y la inyección de dinero en forma individual en cada nación. Todo el mundo está utilizado sus ahorros, reservas y líneas de crédito para poder evitar una contracción económica al realizar estímulos fiscales, apertura de líneas de crédito, apoyo en forma individual a la gente y cerrar fronteras para minimizar el contagio.

El problema del virus no es encontrar la vacuna como primer plano, sino el que la población económicamente activa pueda continuar generando el crecimiento económico de un país, y la única forma de proteger son las cuarentenas. El objetivo frío y real podríamos indicarlo desde un punto bélico: evitar la menor cantidad de bajas en las filas de defensa de cada país en la economía mundial.

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El enemigo no son las naciones actualmente; él está dentro de cada nación.

Entre más bajas tengas de gente más complicado será que la gente regrese a laborar en cada función que tenía anteriormente, ocasionando que puedan quedar lugares vacantes por la enfermedad -ya sea por una recuperación o deceso de un individuo-, dando a lugar que un engrane de la economía no funcione y la recuperación económica esperada, de acuerdo a proyecciones, tarde más de lo contemplado en el peor de los escenarios.

Para los países inyectar el dinero actualmente no significa mostrar el brazo fuerte de su economía, es una estrategia de reducir el menor daño de las personas que son el brazo fuerte del crecimiento económico.

No perdamos el objetivo del dinero actualmente: primero es proteger a la gente económicamente activa y al mismo tiempo unir esfuerzos para combatir el virus en forma global.

Ahora ligado a la protección económica ha quedado determinado que la materia prima que mueve al mundo son los hidrocarburos, que suministra alrededor del 33% de la energía global, y en las proyecciones de una demanda absolutamente decreciente no hay indicios de corto plazo, ya que el petróleo actualmente no tiene un sustituto.

El hecho creado de la fluctuación del precio del barril tiene como objetivo el determinar quién controla el precio del barril a nivel mundial y qué cada país productor tiene una alineación natural a él, cuyo beneficio inmediato ayude a tener un flujo de efectivo adicional por medio de la exportación, a donde las naciones dependen una parte de sus ingresos de la exportación de crudo.

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El mundo no está combatiendo entre sí (por el momento), primero está salvaguardando a cada individuo que hará frente en la segunda parte de la guerra comercial que vendrá a finales del 2020 y dependerá de cuánta gente económicamente activa puede pasar la prueba de salud a que fue sometida cada individuo por la naturaleza.

El crecimiento mundial de 2020 será inferior al de 2019 por coronavirus: FMI

Limitar de recursos en salud hoy o mantener la fuente de empleo no tiene precio, ahora es tiempo de entender que sin gente local que juegue a nuestro favor y tener puesta la camiseta, no podremos tener crecimiento económico. Para que pueda ser atractiva una nación deberá demostrar que tiene la suficiente fuerza laboral para hacer frente ante cualquier proyecto con inversión pública o privada.

La estrategia es clara y está puesta en la mesa de la inyección de dinero:

1. Menor cantidad de bajas de gente económicamente activa.

2. Certidumbre financiera de cada nación al mantener cada negocio, trabajo y fuente de ingreso de la gente económicamente activa.

3. Los puntos anteriores bien establecidos determinará qué tan fortalecidos quedan para poder estar en la guerra económica para el 2021, estableciendo el liderazgo mundial en función de haber tenido la menor cantidad de bajas de gente y deterioro económico.

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De nuevo la historia deja claro cómo en las guerras mundiales bélicas del siglo XX separa a los más fuertes de los débiles. Cada nación deberá entender que si miente y afirma que no fue afectada, creará una duda/incertidumbre sobre qué tan real y conveniente es hacer negocios, ya que a partir de ahora nadie querrá que el crecimiento económico sea afectado.

Pasada la crisis habrá un fenómeno que llamaré “peste Postcovid-19”, cuyo síntoma en las naciones se determinará en el número de contagios en la población económica activa y directamente proporcional a las acciones realizadas para mantener la economía.

Nota del editor: Ramses Pech es analista de la industria de energía y economía. Es socio de Caraiva y Asociados-León & Pech Architects. Síguelo en Twitter como @economiaoil . Las opiniones en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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