Para simplificarlo un poco, me gusta hacerlo con esta frase “las palabras tienen magia”, lo que te dices a ti mismo y a los demás tiene el poder de afectar tu mundo y tu realidad. Explicando el tema puntual de lo que nos decimos a nosotros mismos lo denomino como el diálogo interno o tren de pensamiento; éste es la conversación que tenemos con nosotros mismos y afecta tanto cómo nos sentimos, cómo vamos a actuar, así como metafísicamente a manifestar las cosas que queremos.
Eso es a lo que se refiere la ley de la atracción, por eso debemos ser implacables con nuestras palabras, porque nos afecta tanto en el momento de motivarnos y hacernos sentir bien como en la parte de manifestar efectivamente cualquier situación a nuestro favor.
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Esto se puede entender con un ejemplo muy sencillo y que creo que a todos nos ha pasado y es cuando piensas en alguien que hace mucho no ves y te encuentras a la persona en la calle; este tipo de cosas parecen coincidencias, pero es parte del poder de la manifestación. Ahora, esta manifestación no te va a servir de mucho si no tienes una estrategia y un plan de acción correcta.
Es lo que le digo a mis alumnos todo el tiempo, de nada te va a servir estar en tu casa sentado viendo la televisión diciendo o pensando “quiero ganarme la lotería”, "quiero ganarme la lotería” y no sales a comprar un boleto, así nunca vas a lograrlo, por eso la mentalidad y los buenos pensamientos deben ir acompañados de buenas acciones.
El segundo paso en nuestra estrategia y plan de acción es muy importante, ya que debemos lograr tener una mentalidad positiva y correcta, e identificar cómo vamos a hacer que este sueño o meta que queremos manifestar se haga realidad, empezando por definir específicamente: qué quiero lograr y cuantificarlo, es decir, saber cuánto me voy a tardar o cuánto necesito ahorrar.