La tasa anual de (-)2.4% para el 1er trimestre del año – que compara el crecimiento o decrecimiento respecto al mismo periodo del año anterior – es la más baja en el registro desde el 3er trimestre de 2009, cuando en medio de la crisis financiera la economía mexicana se contrajo (-)5.0% anual.
Los efectos de la pandemia de COVID-19 sobre la economía mexicana todavía no mostraban toda la fuerza al finalizar el primer trimestre del año. Las medidas para evitar el incremento de contagios se anunciaron a mediados de marzo (el último mes contemplado en el trimestre) y el impacto sobre las empresas y trabajadores del país todavía no era completo.
Los datos del Inegi también muestran algo importante: la economía mexicana ya se encontraba debilitada desde antes del inicio de la crisis de COVID-19 y se habían registrado tasas consecutivas de decrecimiento trimestral desde el último trimestre de 2018.
Esto explica que, aún sin mostrar el efecto económico completo de la pandemia sobre México, las tasas de crecimiento anual y trimestral hayan sido tan pronunciadas y hayan tenido los niveles más bajos desde finales de 2009.
La mayoría de las estimaciones consideran que el decrecimiento de la economía mexicana será aún más fuerte en el 2º trimestre del año, cuando solo se incluyan meses en los que el virus ya estaba presente y los negocios resientan aún más los cierres y suspensiones de labores que se han visto a lo largo del país.
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