La primera tarea es eliminar en todos los grupos esta idea de impotencia (nunca la inversión extranjera ha desarrollado una economía al grado de convertirla en una potencia en desarrollada). Los países de Asia del Este desde el comienzo empezaron con empresas nacionales (lo que también recomiendan autores tan aclamadas como Porter).
El país es rico y tiene los recursos humanos, naturales y tecnológicos para superar la crisis actual. Sin embargo, las soluciones propuestas no han sido las adecuadas. Hay que buscar modelos alternativos; como dice Barkin, apostar por la economía rural en los municipios de esas características (que son el 25% de la población, casi toda en pobreza).
OPINIÓN: Al diablo la economía y la salud. La política manda
Los educadores deben en colaboración con sus organismos de base, concientizar y movilizar modelos locales de desarrollo. Hay que difundir la idea de que el país podría reconstruirse con base en sus propios recursos –fue un error apostar todas las canastas a Estados Unidos y a la globalización-.
El reto sería desatar las energías de la población en una tarea colectiva –cuyo liderazgo ha fallado gravemente en López Obrador-. El riesgo de no controlarlas siempre existe; por eso, los gobiernos no se habían atrevido hasta ahora.
El plan de reactivación “es de aplicación voluntaria”: AMLO | #EnSegundos
Pero el momento es el propicio: se debilitan las bases de apoyo al gobierno, se organizan las fuerzas de oposición (que yo preferiría llamarlas apolíticas) y se buscan nuevos mecanismos de solidaridad nacional.