En la parte industrial, la recuperación económica deberá enfocarse en un primer momento a impulsar la reactivación de la producción automotriz y de otros bienes de consumo duradero; asimismo, la reanimación de la economía se logrará, primero, gracias a una mayor utilización de la capacidad instalada y a la creciente necesidad por crear, desarrollar y fortalecer las cadenas de proveeduría nacional, sustentada en el desarrollo de tecnología propietaria, esfuerzos a los cuales se deberán sumar programas de inversión pública y privada para aumentar la base productiva del país.
La recuperación debe tomar en cuenta la acentuación de las diferencias extremas de pobreza y riqueza que existen en México y que esta pandemia ha venido a profundizar. La agricultura, la ganadería, el transporte, la energía eléctrica, los puertos, son actividades, entre otras, cuya promoción no será posible aplazar a riesgo de frenar el posterior crecimiento de la economía en su conjunto, particularmente si se toma en cuenta el rezago de la inversión en los primeros años de la presente administración y la característica de freno y aceleración que tuvo la política económica puesta en práctica durante el 2019 y parte del 2020. De no atender con oportunidad esas actividades se limitará la expansión de sectores declarados prioritarios para el desarrollo nacional.
10 puestos de trabajo a considerar en tu empresa después de la pandemia
Conviene advertir la permanencia de amplios grupos sociales en el desempleo y en el subempleo, así como la reconcentración del ingreso que acompañará a esta recuperación parcial, también se espera un marcado deterioro de la calidad del empleo, por ejemplo; el trabajo informal es la fuente de ingresos de muchos hogares, aproximadamente un 57%, situación que afecta a los grupos más vulnerables.
El país requiere configurar una nueva estructura de relaciones económicas que le otorguen viabilidad al crecimiento en un horizonte de largo plazo. La urgencia se hace más clara si a lo reseñado se le añade, de un lado, la expansión de las carencias sociales y, de otro, el compromiso contraído por el Estado en cuanto al desarrollo de la reforma económica y social.
OPINIÓN: Cómo volver a las pymes más productivas frente a la crisis económica
No se avanzará hacia la recuperación económica del país, en tanto el gobierno como el sector privado insistan cada uno en imponerse al otro.
Se requiere de madurez institucional para repensar un modelo de crecimiento económico redistributivo y solidario, que consolide también las dimensiones sociales y ambientales del país en su conjunto.
Nota del editor: Juan Alberto González Piñón es director de Spark UP y académico de la Facultad de Empresariales de la Universidad Panamericana. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones expresadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor.
Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión