Uno de los principales problemas que históricamente han presentado las pymes es que no suelen pensar a futuro, y el resultado de esto los vemos hoy más claro que nunca. Según un reporte de la plataforma Konfío, sólo el 40% de las pymes del país enfoca sus recursos en estrategias para crear valor a largo plazo, como utilizar nuevas tecnologías, atraer talento para escalar o buscar inversionistas.
El mayor peso recae en una sola palabra: tecnología. Muy pocas pymes se han preparado y educado para adecuar la producción de su negocio a la era tecnológica y de digitalización que estamos viviendo. ¿Cuál es el efecto? Que en momentos como los que estamos pasando, esto puede significar la muerte de muchas de estas empresas.
Si la agricultura ha visto cómo sus procesos se han hecho más rápidos por medio de la tecnología y la industria cada vez automatiza más sus procesos... ¿Por qué muchas pymes están tan rezagadas al respecto? Un dato escalofriante: tan sólo el 9% de ellas están interesadas en adoptar tecnología, según el reporte mencionado.
La tecnología permite mejorar la productividad y eficiencias de las pymes, lo que se traduce en ahorros importantes y un mayor periodo de vida, ya que el 75% de ellas no sobrevive más allá de sus primeros dos años, de acuerdo con el Centro de Desarrollo para la Competitividad Empresarial.
Y no es necesario pensar en grandes inversiones tecnológicas, se puede comenzar, por ejemplo, con optimizar los sistemas de logística, ya sea en el control de inventarios o en las rutas de transporte, lo cual representaría un gran avance en productividad y ahorros; sin embargo, muchas veces la falta de conocimiento y, a veces, de interés por parte de los emprendedores y dueños, limita las posibilidades de aumentar y acelerar la producción de su pyme.