Dentro de este tema podríamos considerar como una solución al desarrollo de los países de forma sustentable, el uso de energías limpias, las cuales tienen muchas ventajas, ya que, por un lado, ayuda a reducir las emisiones de gases efecto invernadero, evita el uso de combustibles fósiles y no genera residuos difíciles de eliminar, por otro lado, brinda la posibilidad de llevar energía eléctrica a comunidades más alejadas de forma accesible y disminuye enfermedades relacionadas a la contaminación por lo que en términos generales podríamos decir que brinda una mejor calidad de vida.
Además, también trae muchos beneficios económicos, por ejemplo, propicia precios más competitivos, reducción de tarifas de algunos servicios como luz, agua y gas y ayuda a generar empleos de forma directa e indirecta.
Por lo anterior, varios países han decidido invertir cada vez más en esta industria, que, aunque aún es joven, ha crecido rápidamente a nivel mundial. Según el Informe de Tendencias Global en la Inversión en Energía Renovables 2019, la capacidad instalada en energía renovable se cuadruplicó en la última década, pasando de 414 GW a 1,650 GW, y generando con las renovables un 12.9% de la electricidad mundial en 2018, evitando más de 2,000 millones de toneladas de emisiones de dióxido de carbono, lo que ayuda a disminuir el impacto ambiental. En este crecimiento, destaca la energía solar, la cual obtuvo una inversión de 1,300 millones de dólares (mdd), aproximadamente la mitad del total invertido.
Los costos de las energías renovables también se han vuelto más competitivos, disminuyendo el costo nivelado de electricidad en 81% desde 2009 para el caso de la energía solar fotovoltaica y del 46% la eólica.
OPINIÓN: ¿Directriz o regulación en la nueva política en el sistema eléctrico?
Uno de los países que podríamos considerar más avanzados en estos temas es Alemania, el cual tiene como meta en diez años producir dos tercios de su energía a través de fuentes renovables, con lo que demostrarían que países industriales pueden eliminar el carbón y energías que dañan el medio ambiente sin comprometer su desarrollo económico, lo que daría pie a que en un futuro la solución no sólo se concentre en invertir en energías renovables, si no en dejar de invertir en energías fósiles.
Otro ejemplo internacional es China, que es el país que más ha invertido con un monto que asciende a USD$758.0 millones entre 2010 y 2019, seguido de Estados Unidos 356 mdd y Japón con 202 mdd.