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México y su energía: tan cerca del gobierno y tan lejos del mundo

Parece que la Sener echó mano de su facultad de dictar la política energética para legislar a espaldas del Congreso, apunta Miriam Grunstein.
mié 24 junio 2020 07:00 AM

(Expansión) – Hoy, el colmo de la ironía es hacer paráfrasis de los dichos de Porfirio Díaz para describir la situación nacional. Se dice que el dijo “Pobre México. Tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos.” Nada más que esta vez la desgracia de México no proviene, ni de la lejanía a Dios, ni la cercanía a este país vecino.

La pesadilla de muchos consiste en que el presidente está en todo, todo el tiempo, aunque muchas veces (si no es que todas) le falte conocimiento de causa.

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Unos de los sectores más sufridos por su intervención obsesiva es el energético. Quiere estar en todo sin saber nada, al grado que ya no nos sorprendería si confundiera los ventiladores que se requieren para los pacientes de COVID-19 con los aerogeneradores que generan electricidad con viento.

Y lo peor no son las lagunas de conocimiento del presidente sino también las de sus cabezas de sector. Hechos recientes comprueban que éste juega a la gallinita ciega, con los ojos vendados, rodeado de sus fieles a quienes tampoco se les prende el foco con la iluminación idónea para guiar un sector tan complejo.

Ya habíamos hablado del portazo que este gobierno le dio en las narices al mundo con su penosa participación en la reunión de la OPEP Plus. Pero el revés lastimoso fue cuando la Secretaría de Energía, después de tanta pataleta, y de conseguir su cometido de una cuota de reducción menor, abandonó en el grupo con la displicencia de quien no necesita nada de nadie.

La industria energética es tan competitiva como es colaborativa. Y es muy mala estrategia despreciar tanto a los rivales como a los socios en un mercado. México se retiró de OPEP Plus por la trastienda.

Este gobierno sabe abandonar mesas pero también le place correr a patadas a sus propios invitados. Como no le ha bastado con borrar nuestra industria de los hidrocarburos del mapa, dio los pasos siguientes para detener el paso del viento y la luz solar a esta tierra.

OPINIÓN: Anillo al dedo para la arbitrariedad

Primero, el 29 de abril de este año aciago, salió “publicado” en el Sistema de Información de Mercados un “Acuerdo” en el que, por razones de la ahora interminable crisis sanitaria, suspendían la interconexión de los generadores de energías renovables a la red de transmisión, en razón de su “intermitencia.” Es decir, como no siempre brilla en sol ni sopla el viento, entonces, a juicio del operador estas centrales no cumplen con la estricta política de “confiabilidad.”

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¿Cómo pueden las empresas reactivar la economía mexicana? | #CómoReactivarMéxico

Por cierto, aclaramos que el abuso de las comillas en esta columna no se comete a título gratuito. Los términos entrecomillados son una manifestación de la irresponsabilidad con la que el gobierno emplea el lenguaje normativo. Palabras más, palabras menos, se nota que los escribas de tamaña verborrea no tienen idea de lo que dicen.

Sin embargo, el Acuerdo de CENACE palidece ante la monstruosidad del que emitió la Secretaría de Energía el 15 de mayo, fecha en la que engendró algo llamado “Política de Confiabilidad, Seguridad, Continuidad y Calidad en el Sistema Eléctrico Nacional.” Ese sí que es un tremendo adefesio jurídico.

Tanto así que uno calma el tedio de leerlo con las carcajadas que produce imaginar a los tinterillos de la Sener tecleando ferozmente para sacar lo que fuera, como fuera, algo que, arbitrariamente, detuviera la generación de energía a partir de fuentes renovables.

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Parece que la Sener echó mano de su facultad de dictar la política energética para legislar a espaldas del Congreso. ¿Cómo y por qué? Porque quieren y piensan que pueden. Porque se la traen contra las empresas privadas, extranjeras, con una animadversión visceral, infantil y, sobre todo, antijurídica.

Por ventura, hasta el momento, el poder judicial no ha compartido ese prurito del gobierno de buscar, no tanto quien se la haga, sino quien se la pague. Son tan ofensivamente ilegales los Acuerdos que amparo que se interpone, suspensión que se concede. Muchas empresas ya están bajo el manto de la justicia federal, al menos por el momento.

LEE: La Cofece va contra la política eléctrica del gobierno por ser anticompetitiva

Pero también vienen a la mente dos amparos por interés legítimo presentados por Greenpeace pero también Defensa Colectiva A.C el cual logró que se concediera la primera suspensión definitiva con efectos generales. Ésta es una asociación pequeña y desconocida, compuesta por un equipo de dos abogados, y una asesora externa, que sin más le pararon el carro al gobierno hasta que se dicte sentencia definitiva.

Cada quién elige sus batallas. Y así como el presidente atesta su lanza contra los molinos de viento, la resortera de estos abogados ha resultado asaz efectiva contra su demencia. Continuará.

Nota del editor: Miriam Grunstein es profesora e investigadora de la Universidad ORT México y es académica asociada al Centro México de Rice University. También ha sido profesora externa del Centro de Investigación y Docencia Económicas y coordinadora del programa de Capacitación al Gobierno Federal en materia de Hidrocarburos que imparte la Universidad de Texas en Austin. Hoy es socia fundadora de Brilliant Energy Consulting y dirige el blog Energeeks. Síguela en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente a la autora.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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