Publicidad
Publicidad

Los retos de las universidades: investigación y transferencia tecnológica

Esta nueva realidad pone de manifiesto las desigualdades de nuestra sociedad, pero también nos brinda la oportunidad de reducir esas desigualdades, opina Juan Alberto González.
jue 02 julio 2020 05:00 AM

(Expansión) – El MIT en ingresos por comercialización de patentes y spin-offs, produce un 6% del PIB del estado de Massachusets; sin embargo, esto solo representa un 3% de sus ingresos totales, la mayor parte de sus ingresos vienen de subvenciones públicas para proyectos de investigación, seguidos por las cuotas que pagan sus estudiantes y las donaciones privadas.

Las capacidades de investigación de las universidades son fundamentales para superar los desafíos sin precedentes de nuestros días. En todo el mundo los investigadores universitarios están brindando experiencia a gobiernos, a la industria y los ciudadanos. Los laboratorios universitarios han redirigido sus capacidades para realizar investigaciones impactantes sobre diagnósticos, terapias y vacunas relacionados con el coronavirus, así como la fabricación de equipos médicos; muchos laboratorios universitarios también han donado equipo de protección, y han proporcionado capacidad de prueba e innumerables otros recursos sin tener en cuenta los gastos.

Publicidad

Esta nueva realidad pone de manifiesto las desigualdades de nuestra sociedad, pero también nos brinda la oportunidad de reducir esas desigualdades, donde la salud no sea un privilegio de unos pocos, sino un bien común al que todos debemos contribuir.

Los avances en ciencia y tecnología pueden agudizar estas inequidades, sobre todo si no se pone suficiente atención a una difusión más amplia y a la adquisición de habilidades por parte de la población en su conjunto.

En México hemos iniciado tardíamente la transformación de nuestras universidades hacia el desarrollo de capacidades de investigación y de transferencia de conocimiento, por ello es necesario impulsar y financiar proyectos integrales que propongan avanzar hacia modelos de universidades y de centros de investigación comprometidos con la innovación y el emprendimiento, en donde se fomente la cultura pro emprendimiento entre investigadores, estudiantes y egresados. Algunos ejemplos de este tipo de proyectos pueden ser:

1. Establecer sistemas de certificación, en donde las universidades puedan optar por adherirse a ser evaluadas en temas de vinculación científica y tecnológica, este esquema lo tiene Alemania.

2. Desarrollar seminarios optativos sobre creación y desarrollo de empresas de base tecnológica, que busquen acercar a los futuros investigadores a la opción emprendedora.

3. Otorgar financiamiento a proyectos de investigación cuyos resultados sean susceptibles de ser comercializados a través de una nueva empresa o mediante transferencia tecnológica.

4. Lograr nuevas soluciones a los mismos problemas, mediante la integración de proyectos basados en la información tecnológica contenida en el sistema de patentes, esto puede evitar el replicar los esfuerzos de investigación realizados por otras instituciones; un ejemplo inmediato podría ser el producir respiradores tecnológicamente viables y de bajo costo.

Publicidad
¿Cómo lograr que México salga de la crisis económica del COVID 19? | #AsíLoVemos

5. Promover modelos abiertos de innovación y transferencia tecnológica para aumentar la capacidad local en el desarrollo e implementación de soluciones tecnológicas que atiendan los problemas prioritarios de la sociedad.

6. Rediseñar incentivos a la carrera científica y actualizar las prácticas de vinculación científicas y tecnológica en las universidades.

7. Alinear la generación de conocimiento a las necesidades del entorno económico y social del país.

8. Generar soluciones que respondan a desafíos colectivos sectoriales, mediante el financiamiento colectivo de empresas de un sector productivo determinado hacia universidades y centros de investigación.

La ciencia y tecnología tienen una incidencia directa en la competitividad de la industria nacional, pues el desarrollo de nuevos productos, debe tomar en cuenta la incorporación tecnologías que requieren un esfuerzo especial en ciencia y tecnología y constituyen un factor determinante en la expansión de la producción industrial.

OPINIÓN: México y los retos de la ciencia y la tecnología ante la pandemia

En México, a los centros de innovación y oficinas de trasferencia tecnológica universitarias siempre se les ha evaluado desde una óptica de ingresos y no desde una visión de impacto; el impacto suele ser más profundo y duradero, por ejemplo; desarrollar nuevos productos que cambian el mundo y que pueden curar enfermedades, o bien crear empresas con soluciones que favorezcan el desarrollo económico.

Generalmente la transferencia de tecnología no es un mecanismo per se para hacer dinero, diversos casos en el mundo así lo han demostrado; el fomento del emprendimiento tecnológico desde las universidades es una tarea que debe apoyarse, sin dejar de esperar que eventualmente se consiga obtener alguna contribución económica.

Debemos trabajar conjuntamente en desarrollar soluciones tecnológicas que impacten positivamente las grandes necesidades de la sociedad y nos acerquen cada vez más al deber moral de cuidar unos de otros.

Nota del editor: Juan Alberto González Piñón es director de Spark UP y académico de la Facultad de Empresariales de la Universidad Panamericana. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones expresadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

Publicidad

Newsletter

Únete a nuestra comunidad. Te mandaremos una selección de nuestras historias.

Publicidad

Publicidad