Claramente la presente contingencia ha puesto a prueba la habilidad de las empresas e instituciones para adaptarse al cambio; el teletrabajo ahora es una realidad que, con certeza, llegó par quedarse. Los jefes y directivos también han aprendido a valorar las plataformas tecnológico-digitales como medios para optimizar el trabajo dentro de sus organizaciones.
La crisis multidimensional acelerará una serie de transformaciones que ya se venían vislumbrando en diversos rubros como las telecomunicaciones y los negocios internacionales. Por supuesto, presenciaremos una era de importantes cambios, pero, sobre todo, de enormes retos.
Entonces, si bien la tecnología ha desempeñado un papel crucial al momento de generar estrategias para continuar con las actividades propias del mundo profesional, es innegable que, a su vez, hemos comprendido que dicha tecnología también tiene marcadas limitaciones. Es decir, el factor humano es insustituible para la realización de múltiples tareas u operaciones que necesitan de tacto, sensibilidad y capacidad de persuasión; a fin de cuentas, la estructura organizacional se compone de personas con legítimos intereses e inquietudes, que merecen ser atendidos desde un enfoque humanitario.
Por su parte, para cerrar negocios, a la fecha, nada es tan efectivo como una reunión presencial para establecer vínculos de confianza y estrechar un buen apretón de manos.
OPINIÓN: Protocolo de autoconfianza para la nueva normalidad
Para el correcto funcionamiento de un equipo de trabajo, la motivación es fundamental. Un líder es aquel con el talento para sacar lo mejor de cada elemento del personal a su cargo. Pues bien, desde luego, el ejercicio del liderazgo precisa de interacción humana de cercanía para hacer óptimos sus beneficios.
Las videoconferencias son sumamente útiles y prácticas, pero difícilmente podrán reemplazar el poder de un reconocimiento verbal cara a cara acompañado por una palmada sobre la espalda. La condición del líder se alimenta de la influencia positiva sobre sus colaboradores; la familiaridad y la convivencia refuerzan estos lazos de credibilidad e inspiración.