El valor de la inclusión laboral en tiempos de crisis
No sólo es el costo financiero de mantener oficinas cerradas por un tiempo indeterminado e invertir para que estén en condiciones de seguridad para el regreso, algún día, sino que la pandemia vino a confirmar algo que ya intuíamos que sería idóneo para la evolución de nuestro modelo de negocio y su proyecto. Hay ahorros, pero más que eso, flexibilidad.
Desde hace tiempo buscábamos vías para seguir creciendo en América Latina. Ahora, con esta decisión sobre nuestra forma de operar, se clarificaron tanto áreas de oportunidad como las mejores fórmulas para realizarlas.
Es un poco como a veces ocurre cuando llevas mucho tiempo temiendo lo peor, viviendo con angustia, sin posibilidad o capacidad de planear. Una vez que sucede lo que te paralizaba, más pronto que tarde se presenta una especie de paz mental: no resignación, pero sí aceptación y reconciliación con la realidad, lo que permite ver tu vida y la vida, en general, hasta con cierta lucidez.
Creo que entender eso es fundamental en los negocios, máxime en una crisis: no podemos saber exactamente cuándo la economía se recuperará y cómo; sí podemos construir certidumbres propias a partir de las posibilidades y las capacidades que dependen de nosotros.
Pienso en la situación de muchos restaurantes: pagando rentas, nómina y otros gastos, con la esperanza de que las cosas pronto se parezcan al menos un poco a lo que eran. Quizá esa espera pudo tener sentido en marzo. Hoy, muy pocos pueden sostenerse en una postura tan pasiva, y las semanas de incertidumbre siguen acumulándose.
Algunos llegarán a la decisión de cerrar definitivamente, hasta que haya condiciones para reiniciar, para, entre tanto, enfocarse en líneas de negocio viables en el aquí y ahora. Un caso ejemplar es el crecimiento de las ghost kitchens y la oferta de comida para venta en redes. No necesariamente quiere decir que te olvides de tu local, pero es algo que sí puedes controlar para abrir alternativas y llegar al mundo post Covid no solo sano y salvo, sino fuerte.
Habrá quien opte por una quiebra ordenada para cortar la sangría de gastos, con disposición para renacer, como ave Fénix, cuando sea el momento oportuno, con la confianza en que el valor agregado de su oferta y la preferencia de sus clientes trascenderán.