Y creo que, a un poco más de seis meses de vivir con este virus a nivel mundial y casi cinco en México, debe haber espacio para la reflexión en relación con nuestra forma de vivir, de funcionar como sociedad, nuestros hábitos de consumo, el sistema económico, el político, entre muchos otros.
Hoy quiero hacer énfasis en un concepto que nos aplica a todos, que, en mi opinión, no ha sido parte de la mayoría de los mexicanos: lograr tener un impacto social positivo con nuestra vida.
Lee más
Cuando pensamos o platicamos con alguien sobre este tema, o alguno similar, normalmente se relaciona con beneficencia, caridad, con dar donaciones, limosnas, apoyar a ciertas asociaciones civiles, etcétera; algo que implica alguna acción específica, en un momento y fin especifico.
Aquí aclaro que no estoy en contra de eso, tenemos ejemplos de grandes instituciones que, a partir de una idea con fin social, y la solidaridad de mucha gente se han construido, uno de los más vistosos en México es Fundación Teletón, que incluso ante la pandemia se han adaptado, continúan dando atención a miles de niños por vía remota y han readaptado los CRIT para que sean centros de atención a pacientes con COVID-19; o en actos muy simples: dar algún dinero a alguien en la calle o comprarles algún producto que vendan puede ser la diferencia entre que coman o no ese día.
OPINIÓN: La nueva normalidad del emprendimiento
Pero la reflexión que podemos hacer sobre este tema nos lleva a darnos cuenta que si nos visualizamos de una forma diferente en nuestra vida, nos ubicamos como seres humanos con la capacidad de adaptar nuestra forma de pensar, y por lo mismo, de actuar. Si comprendemos que el México que hemos vivido es el resultado de las acciones de todos (aquí podríamos aplicar la frase de que “tenemos el país que nos merecemos”), entenderemos que el futuro del país va a ser el que juntos construyamos.
Si dejamos de actuar en relación a nuestra responsabilidad como mexicanos con la inercia de décadas y pasamos a ser ciudadanos que visualizan la mejor versión de nuestro país al futuro, adaptaremos nuestra forma de actuar en el día a día y México será mejor en consecuencia.
No podemos dar la espalda a esa responsabilidad que tenemos y menos ante la crisis que vivimos.