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La nueva normalidad del emprendimiento

El virus aceleró la transformación digital e inevitablemente cambió los hábitos en el consumo de medios digitales, señala Eduardo Durazo Watanabe.
vie 31 julio 2020 12:00 AM

(Expansión) – El nacimiento de una nueva economía originada por la pandemia ya no es una posibilidad que se discute, sino una verdad aceptada de manera global. El pasado mes de abril, el IMSS y el INFONAVIT reportaron la pérdida de más de 700,000 empleos, cifra que sigue en aumento.

Encontrar trabajo hoy será más difícil que ayer, y pareciera que la única manera de subsistir es emprendiendo. Sin embargo, esta opción está llena de nuevos retos como el distanciamiento social, semáforos de riesgo, problemas psicosociales, y claro, las probabilidades de contagiarse. Emprender por emprender ya no será suficiente, habrá que hacerlo de forma más inteligente.

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En esta nueva economía, las empresas que han llevado sus negocios bajo modelos tradicionales y que replican soluciones sin ningún valor agregado, deberán pasar la prueba de fuego de un mercado con nuevas reglas de supervivencia. Esta es la oportunidad de oro que tienen los emprendimientos bajo las circunstancias actuales para nivelar el terreno del juego económico.

Los nuevos emprendedores deberán enfocarse en la innovación disruptiva, ya que su agilidad les brinda ventaja para adaptar sus productos y servicios con mayor velocidad al escenario post COVID, donde dominarán las soluciones tecnológicas de bajo costo y de gran alcance. Aquí, la pandemia ha resaltado dos áreas de oportunidad donde todo emprendedor podrá competir en las grandes ligas: la salud y el comercio electrónico.

Aunque las farmacéuticas compiten en mercados de salud donde es difícil incursionar, otros nichos han ganado terreno. La crisis acentuó "dolores" que antes eran menos evidentes, la salud física y mental, la nutrición y el ejercicio son necesidades que hoy se abordan bajo el concepto wellness. Si un emprendedor tuviera una clara propuesta de valor dirigida a este sector, no importando si es altamente científica o radicalmente alternativa, ahora es el momento perfecto para sacarla a la luz. Sin embargo, deberán considerar integrar herramientas digitales en sus productos y servicios.

El distanciamiento social volcó aún más nuestra atención al mundo digital, pero ahora como una vía para mantener contacto con amigos y familia, para dirigir negocios, para entretenernos, para aprender y para mantenernos en forma. Buscando disminuir el riesgo que hoy implica el contacto cara-a-cara, interactuamos mediante dispositivos electrónicos: solicitamos comida a domicilio, pagamos servicios, atendemos reuniones, atendemos conciertos y aprendemos a distancia. La tecnología nos ha permitido seguir funcionando como sociedad.

OPINIÓN: El comercio es la transición inminente

Otra gran ventaja que brinda la tecnología es su naturaleza horizontal en términos de su aplicación. Un emprendedor puede agregar valor en su producción, distribución o consumo integrando tecnología, independientemente del eslabón de la cadena de valor donde su negocio se encuentre; puede tecnificarse tanto el sector primario como el sector servicios: desde una irrigación automatizada generadora de datos sobre la siembra, hasta un bot impulsor de ventas en una tienda online.

El virus aceleró la transformación digital e inevitablemente cambió los hábitos en el consumo de medios digitales. Los nuevos emprendimientos inteligentes deberán adaptar sus canales de distribución, dado que las aplicaciones móviles, las redes sociales y sitios web han tomado un papel estelar en esta crisis, porque engrasan la maquinaria comercial de los negocios. De acuerdo con un estudio de la asociación española AECOC, el 17% de los individuos que compraron por primera vez en línea durante el confinamiento, continuará haciéndolo una vez que termine la contingencia.

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Emprender en el ecosistema de negocios mexicano es un reto. Mientras las puertas de innumerables han cerrado, se abren otras en la nueva normalidad. El distanciamiento social cambió enormemente los hábitos de consumo en gran parte de la población debido a la disminución en el poder adquisitivo. Una investigación realizada por Atlantia Search señala que, frente al brote del coronavirus más de la mitad de las personas que realizaban compras de despensa en tiendas de autoservicio migrará hacia tiendas de abarrotes, mercados, tianguis, tiendas y farmacias con precios bajos. Nos enfrentamos ante un gran cambio socioeconómico.

El confinamiento nos ha cambiado como sociedad, otorgando una nueva oportunidad para dirigir nuestro consumo y producción hacia economías más sostenibles aún en tiempos de crisis. Actualmente vemos iniciativas de organismos internacionales, como la ONU o el BID, que impulsan el desarrollo de modelos de negocio que generen un mejor futuro, atendiendo problemas sociales, económicos, el cambio climático, la degradación social y buscando la paz y la justicia.

OPINIÓN: Adaptar la marca y conseguir llegar al consumidor online de forma efectiva

El emprendimiento, por lo tanto, será un reflejo de cómo aprovecharemos esta circunstancia para reinventarnos y luchar por una sociedad con mejores y más equilibradas oportunidades. Los paradigmas sobre los que se sostenía nuestra operación y que pensábamos inamovibles, en realidad son construcciones sociales que ahora claramente sabemos que pueden modificarse. La nueva generación de emprendedores tiene de frente el gran reto de reinventar el significado de emprender y de crear el nuevo escenario económico post-COVID: la nueva normalidad para el emprendimiento.

Nota del editor: Eduardo Durazo Watanabe labora en el Centro de Estudios Vitivinícolas de Baja California, CETYS Universidad. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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