Ahora los gobiernos, en una segunda fase, están invirtiendo en tener acceso a una vacuna lo antes posible para tener una menor proporción de la población económicamente activa expuesta, y en forma paralela, en el 2021, con las acciones que emprendieron al apoyar a la economía interna. Se verá con creces tener un presupuesto con base en sus ingresos igual o superior al cierre de este año, al haber podido mantener un número de empresas que continuaron aportando ingresos vía impuestos y ayudaron a incrementar el crecimiento económico. ¿Hicimos esto en México?
Primero debemos dejar claro cómo nos enseñaron a restar o sumar con la ranita. Se prevé una caída en el crecimiento del -8% y pasaremos a 4.6% estimado en la propuesta del presupuesto; es decir, tendremos que saltar 12.6 veces para llegar a donde pensamos que estaremos en 2021, y basado en un concepto de que la economía debe ser movida por la inversión pública vía el presupuesto para tener este crecimiento. ¿Las administraciones de los gobiernos son generadoras de impuestos o son facilitadoras en dar acceso a inversiones?
Un presupuesto social como el de México es el adecuado para un crecimiento económico y para estar fortalecido ante cualquier variación, aún más con el nuevo tratado comercial. Estados Unidos ha señalado que somos de alto riesgo e incertidumbre para negocios, de acuerdo con el reporte: Declaraciones sobre el clima de inversión 2020 en México. ¿Percepción o realidad?
El secretario de Hacienda comentó que entre los gastos obligatorios que tiene la nación se encuentran los asignados a las dos empresas productivas del Estado, las cuales contemplaron una reducción del 3% para el 2021. Esta variación en el presupuesto en la parte energética ha demostrado que la inversión pública no puede cubrir todas las necesidades que requiere en la actualidad el mercado, de acuerdo con el crecimiento esperado, donde industrias, comercio, servicios, población, y todo aquel que requiera energía, dependerá de que la inversión pública pueda cubrir ante la contracción de la recaudación y un presupuesto de una índole social. ¿El crecimiento tendrá que esperar?
Las empresas privadas han identificado más de 270 proyectos energéticos y pueden representar un monto entre los 1.8 y los 2 billones de pesos en los próximos cinco años, que no son contratos directos con Pemex o CFE, son inversiones directas propias y en algunas las empresas del Estado pueden ser parte, sin asumir riesgos financieros; solo es cuestión de ponernos de acuerdo. ¿Acaso el gobierno puede incrementar de un 40 a un 50% en forma anualizada poder cubrir la necesidad del mercado con base en el crecimiento planeado? ¿De dónde saldría el dinero?