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¿Por qué la reforma en generación distribuida beneficiará a las mipymes? 

Una iniciativa de esta envergadura podría reactivar todo el sector y promover empleo para cientos de miles de personas que hoy día viven en una situación muy precaria, apunta Paolo Salerno.
lun 21 septiembre 2020 05:54 PM

(Expansión) – El pasado 7 de septiembre, el Senador Miguel Ángel Macera Espinosa presentó una iniciativa para reformar el Artículo 17 de la Ley de la Industria Eléctrica, la cual tiene como objetivo aumentar de 0.5 a 1 megawatt la capacidad de generación distribuida, sin requerir permiso de la Comisión Reguladora de Energía (CRE).

Lo primero que se tiene que aplaudir es que en un momento tan complicado como el que está viviendo el país y su sector energético, se haya propuesto modificar una regulación que, de aprobarse, permitirá generar la reactivación de las micro, pequeñas y medianas empresas (mipymes), que son sin duda el motor de México, ya que representan el 99.8% de esta industria.

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La reforma les dará la posibilidad de mejorar sus costos energéticos, reducir su impacto medio ambiental y aumentar la calidad de energía que consumen, sin olvidar que la misma beneficiaría a miles de pequeños instaladores eléctricos que, a causa de la pandemia, han perdido trabajos, proyectos e incluso se han visto al borde de la quiebra.

Una iniciativa de esta envergadura podría reactivar todo el sector y, en consecuencia, promover empleo para cientos de miles de personas que hoy día viven en una situación muy precaria, lo cual está totalmente en línea con las pautas marcadas por el Gobierno Federal, tanto en lo que corresponde a la reactivación económica, como en términos de política energética.

Las modificaciones a detalle

La generación distribuida, tal como está regulada hoy día, consta de tres modalidades, a través de las cuales el “generador exento” puede utilizar y vender su energía.

Las primeras dos son el Net Metering y el Net Billing, modalidades de autoconsumo de la energía producida con venta de sus excedentes, ligadas a un contrato de suministro eléctrico.

Un ejemplo podría ser una nave industrial, a la cual la Comisión Federal de Electricidad (CFE) le entrega energía y su correspondiente recibo de luz.

La tercera modalidad es la Venta Total, que es un esquema en el cual el “generador exento” construye su pequeña planta de generación y la interconecta directamente a la red de distribución para su venta.

En este caso no se cuenta con un contrato de suministro, ni un consumo parcial o total de la energía generada.

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Un ejemplo podría ser una persona que tenga un terreno de dimensiones menores, y que instale una pequeña planta solar interconectada a la red de distribución, para generar y vender la energía producida.

La iniciativa, tal y como está planteada, presenta dos modificaciones a considerar.

La primera es que el límite para que se puedan instalar las plantas de generación sin permisos, pase de 0.5 a 1 megawatt, y la segunda es que el modelo de Venta Total se mueva bajo la regulación de generación eléctrica “normal”, es decir, con el requerimiento de un permiso para su instalación y puesta en marcha.

De esta forma, se separarían las actividades propias de autoconsumo, Net Metering y Net Billing, de las de pequeña generación, Venta Total.

Los objetivos principales son dos: por un lado, ayudar el crecimiento del sector autoconsumo, lo cual conlleva más estabilidad del sistema eléctrico nacional, reducción de las sobrecargas en las redes de distribución de energía eléctrica, aumento de la calidad de la energía eléctrica del sistema y –aspecto importantísimo– apoyo a la CFE en su labor de entrega de energía a los consumidores, gracias a la inyección de excedentes de energía en puntos críticos del sistema.

Por el otro, impulsar una reforma de la pequeña generación eléctrica, de acuerdo con las experiencias internaciones sectoriales, para tener una regulación más sencilla y rápida.

En ese sentido, en el tema de interconexión, el Centro Nacional de Control de Energía (Cenace) ya prevé una tramitología más rápida para las centrales hasta los 10 megawatts, y una más compleja por las centrales de 10 megawatts para arriba.

Esto podría ser el punto de referencia para adaptar la regulación vigente de todos los permisos, para que las plantas de generación eléctrica de 10 megawatts gocen de una regulación más amigable y rápida para la implementación de estos proyectos.

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En definitiva, en un año sumamente difícil para todos los mexicanos, se presenta una excelente iniciativa que tiene como objetivo apoyar la recuperación económica de los sectores más golpeados de la población, en línea con la lucha al cambio climático y con la estabilidad del sistema eléctrico nacional.

Nota del editor: Paolo Salerno es Managing Partner de Salerno y Asociados, profesor investigador del Centro de la Energía del ITAM, coordinador del Comité de Derecho Energético de la ANADE Querétaro, y Consejero de Relaciones Institucionales del Clúster de Energía de Querétaro. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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