Con el objetivo de atender esta problemática, se ha desarrollado la NOM-035 que pretende establecer elementos para la identificación, el análisis y la prevención de factores de riesgo psicosocial además del fomento de ambientes organizacionales favorables.
Esta nueva norma es genérica, es decir, está planteada para aplicarse a todos los centros de trabajo. El ignorar sus disposiciones puede traer consecuencias legales. Su aplicación contempla dos etapas: la primera consiste en implementar la política, las medidas de prevención y la identificación de los trabajadores vulnerables; y la segunda, en la identificación y análisis de los factores de riesgo psicosocial, la evaluación del entorno organizacional, las medidas y acciones de control, entre otros.
Sin embargo, esta segunda etapa se enfrenta a la disonancia entre la teoría planteada y la realidad económica. Ayer las empresas buscaban crecer, hoy buscan sobrevivir. ¿Cuál será el papel de la NOM-035 en esta nueva normalidad?
Un reto importante es que la norma no describe lineamientos específicos para la aplicación de las políticas de acuerdo con el giro y/o necesidades de cada industria. Adicionalmente a esto, a causa del aislamiento social producto del COVID-19, el trabajo a distancia se ha vuelto la opción para que un gran número de organizaciones continúen con sus operaciones, por lo que queda la interrogante de cómo implementar el reciente lineamiento bajo estas condiciones de nueva normalidad.
Es innegable que la presente circunstancia exige una adaptación. La dinámica del hogar asociado a un espacio de convivencia familiar y de descanso ahora se fusiona con tareas laborales. Esto requiere adaptar espacios, tiempos y objetivos entre la empatía de los empleadores y las necesidades heterogéneas de los trabajadores. Esta es una buena estrategia para lograr comprender cómo sus necesidades se alinean con las demandas actuales.
En este contexto, las empresas dedicadas a gestionar la cultura organizacional han identificado una oportunidad para crear servicios personalizados enfocados en el cumplimento de la norma. Dichas empresas apoyan al empresario a entender el nuevo juego; sin embargo, para dar cumplimiento debe de existir sinergia entre el sector público y privado para clarificar las ambigüedades que resulten de su implementación.
Es innegable que la supervivencia de los negocios en el sector privado está sujeta a su adaptabilidad ante las nuevas formas de trabajar, y entre éstas las nuevas imposiciones regulatorias gubernamentales. Como base de toda empresa, el modelo de negocios debe ser flexible a las situaciones que lo ameriten, ya que al no ajustarse a las nuevas demandas del mercado y gobierno, la viabilidad de la empresa puede verse comprometida.