Una muestra realizada entre 1,033 centros de trabajo (CDT) arrojó que en el año pasado 3 de cada 10 tenían un riesgo alto o medio en el dominio de las cargas de trabajo, mientras que en 2020 el número se elevó a 7 de cada 10. En cuanto a la organización de las jornadas de trabajo, la cifra de CDT que aseguraron tener un riesgo alto o medio creció de 4 a 6 de cada 10. En el tema de habilidades de liderazgo, el riesgo medio en esta capacidad pasó de 1 a 3 de cada 10.
"En 2019 la gente manifestaba riesgos psicosociales como producto del estrés y las cargas 'normales' de trabajo. En 2020 vemos que se acentúa, es evidente el impacto que tiene la pandemia en las cargas de trabajo y en las actividades. Tenemos una ausencia importante de habilidades para trabajar de forma remota y de los líderes para poder interactuar de forma eficiente porque todavía encontramos liderazgos donde necesitamos ver a la gente presente", comentó Marco González, socio de People Advisory Services Performance en EY México.
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Estos factores, mismos que forman parte de los temas que incluye la NOM-035-STPS-2018 que busca prevenir los riesgos psicosociales en los CDT, se acentuaron con la llegada de la pandemia. Pero el cumplimiento de esta norma se limita a los espacios físicos, por lo que las empresas deben vigilar que existan las condiciones de seguridad necesarias que eviten los contagios del COVID-19 cuando las personas regresen a actividades presenciales, a fin de que el estrés no se presente.