Con estas noticias, sería natural pensar que la economía va en recuperación, sin embargo, en el contexto de la crisis actual, el panorama parece cambiar día a día.
Pongamos por ejemplo el tema de la pandemia. Los progresos en la vacuna son más que bienvenidos y por supuesto que son un elemento clave que sostienen la expectativa de la recuperación económica… en el mediano plazo.
Esto porque todavía faltan algunos pasos para terminar de desarrollar la vacuna y el proceso para distribuirla tomará unos meses más; además, en el corto plazo, el virus se ha propagado con más fuerza que en abril, en distintas partes del mundo, lo que ha orillado a que se implementen nuevos confinamientos o se reapliquen algunas medidas sanitarias, para contener el ritmo de contagios.
Tampoco hay que perder de vista algunos otros elementos globales que no han encontrado una resolución final y pueden alterar, para bien o para mal, el panorama. Por una parte, el resultado electoral en Estados Unidos seguramente seguirá siendo disputado por Donald Trump y los republicanos, al menos, hasta diciembre.
Por otro lado, en algunos países, ya sea por distensiones políticas o por un menor espacio, se puede complicar la aprobación de nuevos estímulos fiscales en apoyo a hogares y empresas, sin olvidar el contexto de nuevas restricciones a cualquier actividad y, finalmente, no olvidemos que las negociaciones del brexit siguen en marcha y con ello, el riesgo de un “divorcio”, sin ninguna especie de acuerdo comercial.