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La imprecisión del empleo para evaluar la recuperación económica

Para entender por qué la economía está más deteriorada que el mercado laboral tenemos que fijarnos en la relación entre el número de empleados y las horas laborales, apunta Jordy Juvera.
jue 03 diciembre 2020 12:02 AM

(Expansión) – Los últimos datos del mercado laboral presentan un panorama aparentemente favorable con respecto a la reactivación económica. De acuerdo con el INEGI, la población ocupada se ha incrementado en 9.67 millones de personas de abril a octubre, lo que indica una recuperación sobresaliente si consideramos los 12.5 millones de personas que perdieron su empleo de marzo a abril.

Por su parte, el mercado formal, de acuerdo con los asegurados en el IMSS, ha recuperado cerca de 407,000 empleos al mes de octubre de los 1.1 millones que se destruyeron entre marzo y julio.

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Lo anterior nos permite inferir que la población empleada en octubre ya está en un 95% de su nivel de marzo (53 millones vs. 55.8 millones respectivamente). Si comparamos este desempeño con los indicadores de actividad económica parece haber una cierta ruptura que muestra realidades disímiles. Por ejemplo, el PIB al tercer trimestre de 2020 presentó una caída de 8.6% en comparación con el mismo periodo de 2019.

La pregunta es: ¿cómo es que tenemos una economía que se desplomó anualmente 8.6% al tercer trimestre de 2020, pero con una tasa de desempleo de tan sólo 5%? Una contracción económica de esta magnitud es más congruente con una tasa de desempleo superior a 10%.

En una nota técnica elaborada por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), titulada “México y la crisis de la COVID-19 en el mundo del trabajo: respuestas y desafíos”, se estima que con una contracción económica de 8.8% la tasa de desempleo de México se ubicaría en 10.5%, diametralmente opuesta a la realidad de 5%.

Para entender por qué la economía está más deteriorada que el mercado laboral tenemos que fijarnos en la relación entre el número de empleados y las horas laborales. Típicamente se asume que los empleados cumplirán con una jornada laboral de 8 horas al día y 48 horas semanales, lo que hace que la relación entre empleados y horas trabajadas sea relativamente constante a lo largo del tiempo.

Como producto de lo anterior, el número de empleados es una variable relevante para medir el desempeño de la economía, tal es así que en el análisis del mercado laboral es común utilizar la contribución que tiene un cambio en el empleo sobre el crecimiento económico (elasticidad del empleo al PIB) para realizar estimaciones, que es justamente lo que utilizó la OIT en la construcción de sus escenarios.

Sin embargo, la pandemia por COVID-19 generó distorsiones muy importantes en el mercado laboral derivado de las políticas de confinamiento para contener su propagación. Por un lado, se registró una disminución sustancial en las horas de trabajo, mucho mayor que la caída en el empleo; la razón es que muchas empresas no despidieron a sus trabajadores, pero acordaron reducir las horas de trabajo. Por el otro, los salarios pagados se acortaron y en algunos casos incluso se acordó mutuamente la suspensión del salario.

En relación con lo anterior, en un análisis sobre el sector manufacturero y el empleo al 3T20, HR Ratings muestra que la caída de las horas trabajadas en el sector manufacturero durante abril fue de 26.7% mensual, en línea con el desplome de la producción manufacturera de 31%, mientras que el número de empleados o personal ocupado del sector tan sólo cayó 2%.

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Adicionalmente, como producto de la caída en las horas laborales, la productividad con base en las horas trabajadas alcanzó mínimos históricos, mientras que el costo unitario de la mano de obra se catapultó. La conclusión de este reporte es que la métrica adecuada para evaluar el desempeño de la economía son las horas trabajadas y no el número de empleados.

Las cifras de empleo no registran adecuadamente los cambios derivados por la pandemia, como el hecho de que millones de trabajadores tuvieran que mantenerse en sus hogares y trabajar a distancia, con reducciones en sus salarios. Estas cifras tampoco contemplan la fuerte caída en la productividad, lo que es congruente con el deterioro de la economía. Hay que tener en cuenta que la relevancia del empleo en la economía es la contribución de los trabajadores por cada hora trabajada en la producción o prestación de un determinado bien y/o servicios, es decir, su valor agregado, y no en sí el número de empleados.

Sin duda es positivo que se estén recuperando empleos, pero es importante contextualizar que mientras no se recupere la productividad por hora trabajada, la economía y el ingreso personal no retomarán su nivel prepandemia. En este sentido, los hacedores de política pública deben considerar que las métricas convencionales de empleo, como el número de empleos y la tasa de desempleo, son inadecuadas en este contexto, ya que subestiman severamente el impacto de la crisis económica.

Nota del editor: Jordy Juvera es Licenciado en Economía por el ITAM. Actualmente es Asociado Senior de Economía en HR Ratings y cuenta con experiencia en el sector público, así como en investigación económica y en el mercado de capitales. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones presentadas son responsabilidad del autor y no necesariamente coinciden con las de HR Ratings.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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