En efecto, al igual que en muchas otras industrias, en la de relaciones públicas se ha aprendido a trabajar de forma virtual: juntas, presentaciones, reportes, entrevistas o conferencias de prensa, seminarios y eventos, se han realizado a través de las herramientas de la tecnología de la información.
Todo eso sólo ha sido sólo el principio. Es un hecho que en México seguiremos lidiando con la incertidumbre sobre la pandemia durante una buena parte del 2021 y por ello creo que será un año de grandes oportunidades para capitalizar experiencias, descubrir nuevas oportunidades y continuar aprendiendo.
Seguramente a estas alturas del año los ejecutivos de relaciones públicas ya han reflexionado sobre las estrategias, decisiones y planes que llevaron a cabo este año y tendrán un balance de lo realizado. A partir de ello empiezan a resolver la forma en la que operarán ante la nueva realidad que anuncia la necesidad de mayores impactos mediáticos con la certeza de que los mensajes estarán surtiendo el efecto esperado.
Indudablemente las audiencias seguirán pasando la mayor parte de su tiempo en sus dispositivos digitales. Según el “Informe de Tendencias de las Redes Sociales para 2021”, elaborado por una reconocida compañía de análisis y escucha de redes sociales, en 2021 y los años siguientes continuará el dominio de las plataformas hoy dominantes que estarán desarrollando novedosas características conforme tengan que adaptarse a nuevas realidades.
Por eso seguramente en 2021 las agencias de relaciones públicas pondrán un mayor énfasis en el uso de la tecnología; el Internet y los medios sociales se acelerarán aún más y seguramente reforzarán la interacción lo que tendrán que aprovechar las agencias para llevar a cabo su trabajo.
El factor tecnología incidirá en la constante de medir: ¿Cuántos seguidores? ¿Cuántas resonancias del tweet? ¿Cuántos likes? ¿Qué rating tiene? Etcétera. Para las agencias determinar estas y otros medidas representa tomar mejores decisiones para incrementar las posibilidades de éxito de una campaña.
Lo anterior me lleva a considerar que cada vez más será muy importante la medición precisa del alcance de los mensajes; ya no sólo se tratará de seguidores, tirajes de medios impresos o ratings de medios electrónicos. Ahora el reto será determinar la cantidad y calidad del tráfico en las redes sociales; el prestigio, credibilidad y alcance de los llamados influencers; si la información publicada es libre y espontánea o si responde a un arreglo comercial; si la información publicada está verificada u obedece a una filtración, y otras variables más que pueden incidir en una estrategia de relaciones públicas.