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2020 fue el año en el que el mundo del trabajo cambió para siempre

Las empresas deberán invertir en desarrollos tecnológicos, ya que ahí estará mucho de su desarrollo y crecimiento para sobrevivir y competir de manera importante, opina Raquel Hernández.
mié 17 febrero 2021 12:00 AM

(Expansión) - Es una frase fuerte, pero que sin duda no debe quedarse solo en una oración. Esta debe impulsar a las organizaciones y a las personas a generar acciones que les permitan conformar un nuevo juego para que puedan salir bien libradas de este escenario de pandemia y hacerle frente a un contexto de postcrisis.

Es indudable que los humanos deseamos volver a socializar, sin embargo, el modelo de oficina que alguna vez conocimos tiende a desaparecer y el modelo mixto de trabajo será una prevalencia de cara al futuro. Las oficinas están cerrando en un porcentaje altísimo y los últimos reportes inmobiliarios señalan que es probable que hasta un 50% de los edificios y “contenedores” de colaboradores van a desaparecer.

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En este sentido, el rol de los profesionales de talento también ha dado un giro de 180°, transformándose en un aliado estratégico al interior de las compañías para hacerle frente a esta crisis, situando más que nunca al colaborador y su bienestar en el centro.

Todos estos cambios han generado una serie de cuestionamientos que debemos resolver en el corto y mediano plazo: ¿Cuál de todas las prácticas adoptadas durante la pandemia van de perdurar? ¿Qué modelos de capital humano flexibles y sostenibles servirán de base para el crecimiento? ¿Cómo podemos reinventar un futuro mejor para todos?

Hay escenarios que cambiaron y continuarán evolucionando en los próximos meses, por ejemplo, el turismo de trabajo: aquellos grandes eventos, congresos, convenciones, etc.; deberán buscar nuevos modelos para hacerse de manera digital y novedosa con lanzamientos y experiencias de Inteligencia Artificial (IA).

Otro paradigma es la ubicación física, la cual ha pasado a un segundo término, da igual si estás en Cuernavaca o Los Ángeles, lo importante es prosperar en un entorno flexible y ágil, dando prioridad a la autogestión, a las habilidades de colaboración y la capacidad de adaptación.

De igual manera, la forma de retener, contratar y adquirir talento también evolucionó, la manera de encontrarlo, de entrevistarlo y de realizar filtros para la toma de decisiones son grandes retos organizacionales de cara al futuro. Por ello ya hay corporaciones que utilizan procesos interactivos y de design thinking para "co-crear" nuevas experiencias hacia el talento.

Las empresas deberán, como medio de supervivencia, invertir en desarrollos tecnológicos, ya que ahí estará mucho de su desarrollo y crecimiento para sobrevivir y competir de manera importante. Por ello es importante trabajar en procesos y prácticas de RRHH que recaben información relevante (como encuestas de experiencia del colaborador, gestión del desempeño y evaluaciones ejecutivas) que les permitan, mediante el análisis de datos, promover una mejor toma de decisiones en materia de gestión del talento.

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Para abordar los desafíos mencionados, también se están revisando las habilidades necesarias para esta nueva forma de laborar.

Entonces, ¿qué pasos podemos seguir para llevar a buen puerto todos nuestros esfuerzos y aprovechar todas las enseñanzas que nos dejó el 2020 y cómo canalizar las innovaciones que hemos implementado de algún modo por obligación? Aquí algunas recomendaciones:

1. Concéntrese en algunas métricas clave que se alineen con sus valores corporativos.

2. Ayude a sus colaboradores a vislumbrar futuros compartidos y un propósito.

3. Adapte los puestos de trabajo a las habilidades para el futuro y busque formas de automatizar la actualización de perfiles de habilidades.

4.- Colabore con el negocio para determinar de qué manera la inteligencia artificial y la automatización pueden repercutir en los puestos de trabajo.

5.- Haga del trabajo flexible una práctica, no una promesa

6.- Analice si su organización cuenta con las herramientas adecuadas para conectar y relacionar a los empleados y fomentar la colaboración.

7.- Mida las reacciones de su talento a los cambios organizacionales.

Abandonemos la mentalidad de crisis para poder pasar a una fase de “reinvención” que nos ayude a tener un 2021 de sostenibilidad y de recuperación. Observemos nuevos caminos, incentivemos la transformación y creemos una cultura de cuidado y bienestar.

Nota del editor: Raquel Hernández es líder de Talent Strategy en Mercer México. Síguela en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente a la autora.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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