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La recuperación económica en EU revive el miedo a la inflación

La producción de bienes y servicios lucha por ponerse al corriente con la demanda, pues todavía enfrenta retrasos en la proveeduría de insumos, señala Alejandro Saldaña.
vie 12 marzo 2021 12:09 AM

(Expansión) - El rápido despliegue de las vacunas y una política económica expansiva han sido determinantes para una recuperación económica más rápida a lo anticipado en Estados Unidos (EU), pero también ha generado que crezca el temor de que la inflación se dispare y obligue al pronto retiro del estímulo monetario, lo que se reflejó en incrementos en las tasas de interés de largo plazo y caídas en los mercados accionarios, en los últimos días.

El panorama para la demanda, es decir, el consumo y la inversión, es soportado por las acciones para contrarrestar la pandemia en EU. Al 1 de marzo se habían administrado 23 dosis de vacunas por cada 100 habitantes, lo que pone cerca, posiblemente antes del verano, que se alcance la inmunidad de rebaño y la reapertura económica.

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Además, la Reserva Federal llevó desde el año pasado las tasas de interés de corto plazo a casi 0% e implementó otras medidas (compras de activos) para fomentar al crédito. Por último, las medidas de alivio fiscal implementadas en el pasado, y que posiblemente se extenderán, han puesto en los bolsillos de los hogares estadunidenses una enorme cantidad de recursos.

Por otro lado, la producción de bienes y servicios lucha por ponerse al corriente con la demanda, pues todavía enfrenta retrasos en la proveeduría de insumos, parones para sanitizar plantas u ocasionados por eventos climáticos extremos, y dificultades para atraer a trabajadores, que gozan de altos beneficios por desempleo.

Lo anterior implica un desbalance entra oferta y demanda, que se puede acentuar en cuanto se relaje el confinamiento y las personas salgan a gastar esos ahorros extraordinarios, pues es más rápido consumir que producir. Por ley de oferta y demanda, esto tendría que detonar un alza en los precios de los bienes y servicios, al menos en lo que la oferta “empata” a la demanda.

Entonces, se argumenta, que para evitar que la inflación se descontrole, la Fed tendría que retirar el apoyo monetario, es decir, subir las tasas de interés de corto plazo. En cuanto a las tasas de largo plazo, estas reaccionan menos a las acciones de la Fed, pues en ellas empiezan a cobrar mayor relevancia otros factores, como el “premio” por la inflación esperada.

Si la inflación esperada es mayor, esto quiere decir que el dinero perderá más poder adquisitivo mientras más nos tardemos en gastarlo, por lo que los inversionistas exigirán un mayor “premio” por postergar su consumo, es decir, una mayor tasa de interés.

Aunque la rápida recuperación económica es bienvenida por los mercados accionarios, pues esto se traduce en más ingresos futuros para las compañías, no hay que olvidar que, cuando son traídos a valor presente, esos ingresos se descuentan con base en las tasas de interés, usualmente las de largo plazo.

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Entonces, el retroceso de la semana en los mercados accionarios estadounidenses (S&P 500 -2.5%) cobra sentido, aun en un entorno económico favorable, si incorporamos el incremento en el rendimiento del bono del tesoro americano a 10 años, que llegó a tocar hasta 1.5% cuando a inicios de mes rondaba 1.1%, pues se reduce el valor presente de los ingresos futuros de las empresas.

Cabe señalar que estos niveles en las tasas de interés no son extraordinariamente elevados, incluso son bajos desde una perspectiva histórica. El promedio del rendimiento del bono del tesoro a 10 años entre 2010 y 2021 fue de 2.2% vs. 1.4% actual.

Por lo tanto, no es un factor que implique altos costos financieros, que pudieran frenar al consumo o la inversión, ni mucho menos comprometer la recuperación de la economía estadounidense.

Nota del editor: Alejandro J. Saldaña Brito, Economista en Jefe de Grupo Financiero B×+. “Soy un creyente de que el éxito y la dignidad, tanto en el ámbito personal como en el profesional se logran en el día a día. La disciplina es esencial para cumplir el punto anterior, pero eso no quiere decir que debamos de relegar a un segundo plano los placeres de esta vida (¡muy corta para los que somos ambiciosos!): la convivencia con la familia y los amigos, el deporte, los viajes, la comida, la música y el arte... y algún mezcal, siempre con medida”. Síguelo en Twitter como @ASaldanaEcon y en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna corresponden exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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