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La represa fronteriza

No es sorpresa que el mismo día que EU confirma el envío de las vacunas de AstraZeneca, México anuncia la puesta en marcha de medidas más estrictas en la frontera sur, señala Antonio Michel.
mié 24 marzo 2021 11:59 PM

(Expansión) - El Canciller de México se reunió ayer con la delegación estadounidense, conformada por la exembajadora Roberta Jacobson, ahora Coordinadora para la Frontera Sur; Ricardo Zúñiga, enviado especial; y Juan González, Director para el Hemisferio Occidental del Consejo de Seguridad Nacional. Forma parte de una gira que continuará en Guatemala, justo después del anuncio del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de su intención de visitar la frontera pronto.

Nada de esto es fortuito. Son sólo pruebas de la importancia que le ha dado el gobierno entrante a la migración. Hay una razón: puede ser el primer golpe fuerte que reciba la administración actual al no empatar las promesas con la realidad. La crisis fronteriza se asemeja a una represa de agua con fisuras que pueden ser irreparables.

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La campaña de Biden se cimentó en la base del contraste con Donald Trump. La gestión de su antecesor se caracterizó por políticas más cerradas hacia la entrada irregular de personas, como un refuerzo de la seguridad fronteriza, programas como “Permanece en México”, el intento de eliminar la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia, así como limitar las solicitudes de asilo.

Al tomar posesión, muchas de las primeras acciones ejecutivas de Biden tenían como objetivo revertir estas tendencias y ofrecer una visión más humanitaria, receptiva y amigable hacia la migración. Sin embargo, los hechos parecieran replicar muchas de las acciones de Obama, quien fuere el presidente con más deportaciones, y hasta del mismo Trump.

El arribo de personas a la frontera puede superar récords de los últimos veinte años ( ver columna anterior ), rebasando la capacidad de alojamiento en los centros de detención y en los albergues en las ciudades fronterizas.

Por ello, a pesar de haber desmantelado el programa de “Permanecer en México”, han solicitado a autoridades mexicanas el apoyo para recibir a las personas adultas solteras y a las familias originarias del Triángulo Norte de Centroamérica (El Salvador, Guatemala y Honduras). Menores de edad no acompañados no son expulsados de Estados Unidos pero son hacinados en espacios pequeños y no reciben la atención adecuada. El flujo que intenta contener la represa se vuelve más fuerte para Biden.

Además de la necesidad de cumplir con las promesas de campaña, Biden recibe cuestionamientos y críticas por otros vectores. Las organizaciones de la sociedad civil y los grupos defensores de derechos humanos muestran señalan el riesgo de contagio de COVID-19 en los espacios donde son alojadas, así como las condiciones de peligro a las que se exponen estas personas en México.

Los legisladores republicanos – y algunos demócratas–, se oponen a cualquier iniciativa que intente relajar las medidas y permitir la entrada de más personas, por lo que un marco legislativo se ve complicado. Los gobiernos estatales y locales se han quejado por la falta de infraestructura para recibir a las personas que sueltan en ciudades fronterizas en la espera de la resolución de su solicitud de asilo. Finalmente, las mismas personas que votaron por él se decepcionarán si ven espejismos del pasado.

México juega un papel importante en esta situación. Por un lado, Washington pide a México recibir a aquellas personas expulsadas mientras dure su trámite. De esta manera conservan el discurso de facilitar las solicitudes de asilo sin tener que proveer servicios a las solicitantes. Por otro, se beneficiarían enormemente de una reducción de flujos provenientes del sur, por lo que la ayuda de México para controlar la entrada y el tránsito es sumamente valiosa.

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Decenas de migrantes reclaman en la frontera la oportunidad de pedir asilo en EU

No es sorpresa que el mismo día que Estados Unidos confirma el envío de las vacunas de AstraZeneca, México anuncia la puesta en marcha de medidas más estrictas en la frontera sur para controlar y reducir el paso. De igual forma, la visita de Jacobson se centró en la crisis fronteriza.

Si bien el anuncio oficial versó sobre la cooperación económica en Centroamérica, seguramente tras bambalinas se priorizó la inmediatez para resolver la problemática. Una visita de este tipo no se organiza tan rápido para discutir un plan de largo plazo. Las fisuras se extienden en la represa.

El agua eventualmente puede desbordarse o embestir al muro con tal fuerza que puede derrumbarlo si éste no está sólido. El equipo de Biden no pensó que los anuncios desataran este fenómeno. Las respuestas son parches que tapan fugas aisladas, pero lejos de reforzar la estructura completa evocan fracasos viejos.

La disyuntiva radica en trabajar al interior para crear los canales y preparar a las instituciones en caso de permitir el curso natural de las cosas ante el cambio de política migratoria, o trabajar con aliados para disminuir la presión del agua y así poderla contener más fácilmente. La reunión de esta semana parece indicar que la segunda se ve cada vez más viable.

Nota del editor: Antonio Michel estudió Relaciones Internacionales en el ITAM, donde es profesor, y tiene una Maestría en Administración Pública por la Universidad de Maxwell. Trabajó casi 7 años en la Administración Pública Federal, en las secretarías de Relaciones Exteriores, Desarrollo Social, Energía y Gobernación. Su pasión son los asuntos internacionales, los asuntos políticos y la administración pública. Síguelo en Twitter y en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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