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México, entre “errare humanum est” y “sed perseverare diabolicum”

No nos podemos acostumbrar a que México se vuelva, nuevamente, el patio de juegos de una persona, opina Claudio Rodríguez-Galán.
jue 06 mayo 2021 12:01 AM

(Expansión) - Nuestro sistema jurídico mexicano está basado en los principios del derecho romano y de la tradición germánica que conforma el sistema jurídico romano-germánico, por un lado, con tintes fuertes del Código Napoleónico, por el otro.

No son pocas las instituciones, principios, máximas y frases que nuestro sistema jurídico sigue utilizando de la genialidad de los jurisconsultos romanos.

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En lo personal, me sigue apasionando el hecho de que en sentencias, laudos, escritos, promociones, contratos, leyes modelo y principios generales del derecho, sigamos utilizando frases como “pacta sunt servanda”, “ius cogens”, “lex mercatoria”, “iuris tantum”, “prima facie”, “contrario sensu”, “inveterata consuetudo”, “res inter alios acta”, “de iure” y “mutatis mutandi”, entre muchas otras.

Pues bueno, también en la vida existe un sinnúmero de frases de origen y exégesis romana que se utilizan, teniendo todas siglos de sabiduría en sus espaldas.

Hace algunos meses escuché al presidente decir “ya se acostumbrarán [la oposición]”. Me llamó fuertemente la atención la expresión, pues indicaba que él no cambiaría su postura, su ideología, su posición, ni sus conductas… estén equivocadas o no.

Parecía nada importar el hecho de que, si bien errar es de humanos (“errare humanum est”), para él la expresión corregir es de sabios –o dicho en sentido negativo, como lo expresa la máxima romana, perseverar es diabólico (“sed perseverare diabolicum”)– le tiene sin cuidado. Total, “el Estado soy yo”.

Eso es producto de la autocracia y concentración de poder causado por el voto masivo. Su incapacidad para entender la complejidad actual en materia económica, ambiental y científica de la aldea global le costará caro a varias generaciones de mexicanos.

“Imagínense” (frase que utiliza mucho), ¡seguimos pagando los errores de Echeverría!

Pero lejos del retroceso histórico actual, las decisiones municipales sin duda afectarán el medio ambiente global. ¿Sabrá que los gases con efecto invernadero no necesitan visa para migrar por todo el mundo? Lástima que no envían remesas.

Y para muestra un botón: hace unos días en la Cumbre Mundial del Medio Ambiente, el titular del Ejecutivo presumió la siembra clientelar de arbolitos –que por cierto, para ganarse los recursos, los campesinos han deforestado miles de hectáreas de bosques y otros ecosistemas para plantar arbolitos– y el impulso de refinerías (y cito textual “para no contaminar importando gasolinas”).

Cero renovables, cero impulso a la transición energética.

En lo personal, estoy en el limbo mental entre no acostumbrarme a tanta incoherencia, falta de sinapsis y burda ilegalidad, por un lado, y haber perdido la capacidad de asombro, por el otro.

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Pero en definitiva no he podido –no podemos, ni debemos– acostumbrarme a las constantes violaciones y demoliciones a principios constitucionales y a las instituciones democráticas.

En un sistema republicano estamos perdiendo de vista que quien tiene que acostumbrarse a que sus ocurrencias ilegales sean detenidas y juzgadas por el Poder Judicial es otro. ¿Ahora entienden la importancia de la Ley Zaldívar?

Ante un cúmulo de cientos de amparos contra los impresentables decretos de reforma a la Ley de Hidrocarburos y la Ley de la Industria Eléctrica, entre otras, quien tiene que acostumbrarse a que los particulares ejerzan libremente su derecho a una defensa jurídica conforme lo tutela la Constitución Política y la Ley de Amparo, repito, ¡es otro!

El mundo al revés y los abogados son tildados de traidores a la Patria por defender la legalidad.

No nos podemos acostumbrar a que México se vuelva, nuevamente, el patio de juegos de una persona. No nos debemos acostumbrar a que los errores e innegable corrupción del pasado sea la justificación para entregarle el país a una persona que claramente no respeta la Constitución.

No nos vamos a acostumbrar a que la innegable corrupción del pasado sea transformada, por cuarta vez, en los jugosos negocios de fábricas de chocolates y nivelaciones de terrenos de nuevas refinerías. No nos vamos a acostumbrar a que la hipocresía y la autocracia siga gobernando México.

La única frase de este gobierno que me hace sentido es que “México ya cambió”. Efectivamente, totalmente de acuerdo, ya no estamos en 1970.

Errar es de humanos, es verdad, pero no voy a aplaudir a quien persevera en su diaria tarea de equivocarse, no solo porque con ello pretende paralelamente demoler el sistema jurídico, sino porque eso sería solapar a un autócrata francamente perverso.

Pero nosotros, como mexicanos y como humanos, si en julio de 2018 cometimos un error, repetirlo en junio de 2021 no solo sería diabólico, sería francamente, de idiotas.

Nota del editor: Claudio Rodríguez-Galán es abogado experto con más de 20 años en el sector eléctrico y energético en México. Licenciado, Maestro y Doctorando en Derecho. Reconocido como uno de los 100 líderes del sector energético en México. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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