Opera cuando se hace llegar al mismo tiempo a diferentes opinadores (quienes difícilmente revelan sus fuentes) información, generalmente verídica, con datos muy precisos sobre algún asunto a fin de resaltar hechos o situaciones con afán de evidenciarlos y exhibir de alguna manera al o los actores involucrados o para lograr algún objetivo como: tratar de influir en una política pública o alguna regulación; llamar la atención sobre ciertos errores o necesidades sociales, económicas o políticas; apoyar o denostar a alguien o a alguna organización, etc.
Como en el deportivo, en el nado sincronizado editorial también aparece el estilo técnico y el estilo personal. Por ello es que se logran algunas diferencias en la redacción, aunque regularmente prevalecen algunas frases o palabras indicativas de que se trata de una acción coordinada.
Para la generalidad de lectores de diarios y revistas esta actividad pasa desapercibida pues sólo leen un comentario sobre un evento o hacia alguna persona en el diario de su preferencia; pero su alcance va más allá del lector común de un solo diario: el o los receptores lo identifican cuando varios medios simultáneamente hacen la publicación con la misma línea argumentativa, una redacción muy similar y en ocasiones inclusive sin modificaciones al texto original.
Generalmente los destinatarios finales de estas publicaciones son personas con cierto nivel de influencia o autoridad, políticos, presidentes o representantes de organismos autónomos o de la sociedad civil, funcionarios públicos, presidentes de empresas u organismos empresariales e inclusive artistas y deportistas destacados.
El nado sincronizado editorial es algo que se ve mucho, por ejemplo, en las campañas políticas. Sólo hay que revisar diferentes medios durante los últimos dos o tres meses para encontrar esa sincronía para meter el pie a los adversarios políticos. En este caso se considera que funciona como una herramienta de propaganda por la que se busca evidenciar a candidatos para debilitarlos con el poder de la opinión mediática o bien tratar de fortalecerlos por la misma vía.
A través de este instrumento se atribuyen fraudes con tarjetas, enriquecimientos ilícitos, contratos o negocios fraudulentos, grabaciones alteradas y cualquier tema que pueda lograr el objetivo político de fortalecer o debilitar.