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La relación que pueden tener los riesgos cibernéticos con el medio ambiente

la tecnología y sus riesgos cibernéticos interfieren en el medio ambiente y viceversa, son dos grandes riesgos que no se excluyen entre sí, y mucho tienen que ver, considera Marcela Visbal.
jue 03 junio 2021 05:59 AM

(Expansión) - Un problema común en el mundo de los riesgos cibernéticos es que se cree que son independientes o aislados al resto de los elementos de la vida; no se relacionan con lo que ya conocemos, sino que se perciben como algo nuevo que ha traído la tecnología.

Al verse de forma aislada no podemos identificar de una manera acertada el alcance de sus consecuencias, que pueden llegar a ser incluso mucho más devastadoras de lo que muchos se imaginan.

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Los riesgos cibernéticos hacen parte de todo, se pueden relacionar con todo, no solo existen cuando hablamos de computadoras o sistemas, existen en muchos ámbitos de la vida y en ese mismo sentido pueden generar consecuencias en diferentes áreas. Por ende, si ampliamos el enfoque que le damos al manejo de estos riesgos podemos dimensionar los efectos catastróficos que pueden llegar a generar.

Los riesgos cibernéticos vienen de la tecnología, se relacionan con la ciberseguridad, pero no nos podemos quedar ahí, van más allá. Ahora muchas cosas se conectan a internet, se relacionan con sistemas y manejan datos; por ejemplo, los televisores, las cámaras de seguridad, incluso las neveras o cafeteras, y de esa misma forma son vulnerables a los riesgos cibernéticos, y en ese sentido, nosotros somos vulnerables a los mismos, incluso en el mundo físico.

Hoy particularmente me quiero centrar en la relación que pueden tener los riesgos cibernéticos con el medio ambiente, cómo pueden llegar a impactarlo y de alguna manera estos efectos cómo se pueden gestionar.

Por ejemplo, un ataque de un hacker a los sistemas de una compañía de petróleo puede trasladarse al mundo físico, si de alguna manera el ataque llega a los sistemas de control industrial de la empresa, pueden terminar afectando un oleoducto, y en ese sentido generar daños físicos para la empresa, un daño ambiental y daños a terceros.

Esto puede ocurrir en diferentes tipos de industrias: química, de aguas, marítima, energética, entre otras que operen por medio de sistemas de control industrial. Siendo así, los efectos del ataque van mucho más allá de los sistemas que pueden ser afectados en primer plano.

Por ende resulta evidente la necesidad de gestionar los riesgos cibernéticos para evitar consecuencias adversas en el medio ambiente, especialmente en los sistemas de esta naturaleza, los cuales tienen mayores vulnerabilidades y muchas veces no cuentan con las actualizaciones necesarias para protegerse.

En ese sentido, tenemos que dejar de ver la tecnología o lo cibernético como algo únicamente inmaterial, si su existencia se deriva del mundo físico. El internet y la nube no viajan por el aire, estos existen en el mundo físico a través de servidores, centros de datos, cables, los cuales consumen energía y generan residuos, por ende, contaminan e impactan el medio ambiente.

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Un hacker o un daño en un sistema puede impactar el medio ambiente, pero también lo afecta la simple existencia de la tecnología y todo lo que la rodea. Asimismo, los desastres naturales en sí, e incluso los generados por daños ambientales causados por ejemplo como consecuencia del desbalance en el clima que generan inundaciones o incendios, pueden afectar a la tecnología, toda vez que como menciono, su existencia depende de una estructura física.

Así, la tecnología y sus riesgos cibernéticos interfieren en el medio ambiente y viceversa, son dos grandes riesgos que no se excluyen entre sí, y mucho tienen que ver. Por ende, la gestión de éstos debe resultar de una colaboración entre ambos.

- Lo primero es que no se debe descuidar la ciberseguridad en industrias sensibles para el medio ambiente. Ese tipo de empresas deben ver las seguridades cibernéticas, además de una forma de proteger su operación, como la manera de frenar el impacto ambiental como resultado de los ciberataques.

- La anterior no es solo una tarea de las industrias sensibles, lo es para todas las empresas, la ciberseguridad ayuda a mejorar el funcionamiento de las ciudades, disminuye el fraude, protege la información personal y corporativa, y salvaguarda el mundo físico.

- La tecnología también se puede utilizar como una herramienta para la preservación del medio ambiente, por ejemplo, por medio de la creación de smart cities que pueden generar una adecuada sostenibilidad urbana y gestión inteligente en el campo de los recursos naturales. La tecnología sirve para generar un impacto ambiental positivo.

- Por último, la tecnología, y en general el mundo cibernético, puede explorar la utilización de energías renovables en su funcionamiento, y de esta forma disminuir el impacto ambiental.

Si bien el mundo ambiental es diferente al cibernético, no son del todo independientes, y así como uno puede afectar al otro, se complementan para gestionar y así disminuir los riesgos en el otro.

La tecnología contribuye al desarrollo de la sociedad, a la interconexión, a la evolución de los procesos, por eso debemos mirar la imagen desde una perspectiva más abierta y así entender que la tecnología también es uno de los caminos para combatir el daño ambiental.

Nota del editor: Marcela Visbal es Líder de la Práctica de Riesgo Cibernético de Willis Towers Watson América Latina. Síguela en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente a la autora.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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