Este es el país que más tiempo acumula sin clases presenciales por la pandemia
Pareciera ser que dejándonos llevar y actuar en forma activa con estas tendencias, todo mejorará. La realidad es que la complejidad actual nos lleva a considerar elementos ya presentes que nos retan a más y más allá… es decir, a trascender nuestra propia realidad.
En contrataste con estas 8 tendencias tenemos que actuar en:
1) Crear modelos educativos disruptivos abiertos a la empresa, el campo, el servicio público, el compromiso social con uso intensivo de las tecnologías en cada sector.
2) Abrir los espacios del mercado laboral a nuevas estructuras de escuela: una academia anexa a la industria productiva, un centro educativo adjunto a la fábrica, un instituto de formación al lado del centro agrícola, un instituto de líderes en los municipios.
3) Una universidad con apertura a las empresas globales, a la exportación de bienes, a los intercambios internacionales a las macro tendencias de la ciencia.
4) Una educación innovadora que permita la acreditación de los hijos por sus padres (home schooling), que apoye las sinergias de la instrucción religiosa en los jóvenes en sus diferentes manifestaciones.
5) Impulsar la enseñanza con visión internacional arriesgando a nuevos modelos con empresas como 2U, Coursera o similares que permitan mayor acceso a contenidos educativos.
6) Potenciar lo híbrido y virtual como medio de democratización del aprendizaje llegando a más lugares garantizando un acceso a educación de calidad.
7) Fortalecer una visión pragmática de aprender con sentido práctico. Siempre cuestionar el ¿Para qué sirve en mi vida? ¿Cómo lo aplico a mi trabajo?
8) Lograr una conexión de la escuela con otras instituciones del mundo. Una alianza que vincule educación de las instituciones del país con “sus pares” de: Estados Unidos, China, Dinamarca, Alemania, Francia, India, Brasil, Argentina, España, Italia, Japón…
El diálogo sobre si debemos de enfocarnos en una serie de tendencias u otra es arcaico. Lo importante es que cada estudiante y familia defina su Plan de Vida con sentido vinculado a una mejora y expansión de sus fortalezas. Lo mismo aplica para las ciudades, el estado y país.
Es urgente consolidar un Plan de Desarrollo Institucional que fortalezca el México de Hoy con miras al México incierto del 2030.
Nota del editor: Rafael Campos Hernández es Rector Institucional de Aliat Universidades. Síguelo en LinkedIn . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente al autor.
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