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Las elecciones en Nueva York son un referente político en EU

En un sistema de mayoría simple, la elección depende de cómo se divide el voto y de quién termina con una mayoría, incluso mínima, opina Fernanda Vidal Correa.
lun 12 julio 2021 05:59 AM

(Expansión) - El 2 de noviembre los votantes de la Ciudad de Nueva York decidirán quién será su próximo alcalde. El 22 de junio pasado se realizaron las elecciones internas para decidir quién sería el o la candidata del Partido Demócrata. La elección al interior de este partido es, esencialmente, la elección del alcalde, pues los votantes de esta ciudad han optado por este partido en los últimos años. Por ejemplo, de acuerdo a datos de la Junta de Elecciones del Estado, hay 2.7 millones de ciudadanos registrados en el Partido Republicano en comparación con más de seis millones de demócratas registrados.

En la elección interna del Partido Demócrata se presentaron 13 candidatos y candidatas. En la ronda final, Eric Adams derrotó a la ex comisionada del Departamento de Sanidad de la Ciudad de Nueva York, Kathryn García. Eric Adams es actualmente el presidente del condado de Brooklyn, y oficial retirado de la policía de Nueva York. De acuerdo a datos aún no oficiales, Adams obtuvo en la octava ronda del conteo el 50.5% de los votos, mientras que García quedó en segundo lugar con el 49.5%.

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Las elecciones de la ciudad más grande de los Estados Unidos son de gran relevancia. Por un lado, son un referente sobre las posiciones ideológicas al interior del Partido Demócrata. Por otro, las elecciones internas, así como las elecciones para elegir al alcalde, son las primeras en Nueva York en utilizar el sistema de voto preferencial (SVP).

En este estado los demócratas lograron recientemente una súper mayoría en ambas Cámaras, aprobando algunas de las políticas liberales más importantes, incluso para todo el país. Por ejemplo, proyectos de ley que eliminan casi por completo las emisiones de carbono, codifican el derecho al aborto, implementan nuevas protecciones y oportunidades para inmigrantes indocumentados y trabajadores agrícolas, así como para la comunidad LGBT+. Lo anterior, demostrando la fortaleza de la izquierda demócrata estadounidense cuando se obtiene el control total del gobierno, en este caso por primera vez en más de una década.

Estos avances podrían tomar un nuevo camino debido a la elección de uno de los candidatos menos progresistas. Las primarias son un claro recordatorio de que un estado completamente demócrata no necesariamente equivale a un estado de izquierda progresista. El candidato electo, Eric Adams, fue integrante del Partido Republicano por algunos años, y como parte de su campaña se ha opuesto con vehemencia a reducir los recursos públicos que se le dan a los departamentos de policía.

Esto último es una propuesta que ha dividido al Partido Demócrata recientemente. De hecho, la única candidata que pertenece inequívocamente al ala progresista del partido, Maya Wiley, fue eliminada en la ronda final, con el 29% de los votos.

El resultado de las primarias demócratas en esta ciudad muestran cómo el partido en el estado podría estar haciendo ajustes importantes. Las divisiones al interior arrojan datos que deberían de ser considerados por todo el partido e incluso, por el gobierno del presidente Joe Biden.

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La elección primaria para elegir al candidato demócrata a la alcaldía de Nueva York entró en caos, luego de que la Junta Electoral de la ciudad  reconoció una ‘discrepancia’ al considerar al menos 135,000 votos de prueba de su software para la votación.
El actual presidente del condado de Brooklyn y puntero en las encuestas, Eric Adams, redujo su ventaja sobre Kathryn Garcia, ex comisionada de sanidad de la ciudad.

Por otro lado, es importante destacar el nuevo sistema electoral que entró en funcionamiento como resultado de las votaciones de 2019. Ese año se enmendaron los estatutos de la ciudad para utilizar el SVP en las elecciones primarias y especiales para alcalde, presidentes de distrito y de concejeros municipales, entre otros. Este sistema es poco utilizado en los Estados Unidos. Algunas ciudades como San Francisco, Oakland, y Minneapolis lo han aplicado durante más de una década. Otros estados, como Maine y Alaska se agregaron recientemente a la lista.

Se argumenta que sistemas electorales más tradicionales, como el sistema de mayoría simple que se usa para elegir gobernadores y al presidente en México, pueden arrojar candidatos poco representativos cuando hay muchas opciones. El SVP puede, en teoría, evitar este tipo de resultados. Este sistema le permite a los votantes clasificar a los y las candidatas en orden de preferencia. A medida que se cuentan los votos, los candidatos menos votados se eliminan y sus votos se redirigen a otros candidatos.

En teoría, este tipo de sistema podría reducir la polarización ideológica y permitir la entrada de nuevas ideas y candidatos, los cuales anteriormente se veían marginados debido al sistema bipartidista. Básicamente, este sistema le da al votante la posibilidad de elegir un respaldo a su primera opción. En un sistema de mayoría simple, la elección depende de cómo se divide el voto y de quién termina con una mayoría, incluso mínima. Este nuevo sistema podría permitir y facilitar el proceso mediante el cual los votantes expresan de manera más efectiva sus preferencias y alternativas.

Esto último es interesante, sobre todo en estos momentos en México, cuando de nueva cuenta surge el debate en torno al número de representantes en el Congreso. Se plantea la posibilidad de reducir el número de legisladores electos por un sistema que busca garantizar una representación más equitativa y distribuida de las preferencias electorales.

Existen muchas objeciones al SVP. Una de ellas, son las dificultades al momento de contar los votos, situación que en México causa alarma. No obstante, valdrá la pena observar su funcionamiento en una ciudad grande, con muchos electores, y si bien con un sistema bipartidista, con múltiples opciones en las elecciones primarias debido a las distintas posiciones al interior del partido en el gobierno.

Nota del editor: Fernanda Vidal Correa es profesora investigadora de la Universidad Panamericana. Síguela en Twitter , LinkedIn y/o escríbele a mvidal@up.edu.mx . Las opiniones publicadas en esta columna pertenecen exclusivamente a la autora.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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