Ahora, como secretario de Hacienda, Rogelio Ramírez de la O tiene múltiples retos, siendo el más importante asegurarse de que el gobierno cumpla sus planes y promesas de gasto en un entorno de lenta recuperación económica, aunado al objetivo de mantener las finanzas públicas sin un marcado sesgo hacia el endeudamiento.
Dada la simpatía del actual secretario de Hacienda hacia la empresa en general, la pregunta relevante es, ¿qué tanto abogará por las microempresas afectadas después del impacto de la crisis económica y de salud que tuvo el país?
Las pymes fueron las más afectadas por la crisis del COVID-19
De acuerdo con un reporte de INEGI sobre la demografía de los negocios, de las 4.9 millones de empresas micro, pequeñas y medianas que había en el 2019, sobrevivieron 3.85 millones, es decir, murieron 1,010,857 empresas. En términos relativos 20.8% empresas salieron del mercado definitivamente en este periodo.
Las utilidades de las microempresas, si es que sobreviven los dos primeros años de vida, generalmente son negativas. En este lapso las microempresas están aprendiendo y conformando una cartera de clientes. Es una etapa crítica para el emprendimiento.
¿Qué políticas de apoyo requieren las microempresas?
En su encuesta sobre el impacto económico del COVID-19 en las empresas, INEGI establece que, contrario a lo que la opinión pública pregona sobre los apoyos que requieren las microempresas, no son los apoyos monetarios directos, ni la capacitación, ferias o eventos sectoriales lo que las empresas necesitan.
La solución que están demandando las microempresas es simplemente darles la oportunidad de sobrevivir, y si lo logran, de madurar.
Según los tabulados de INEGI, 85% de estos establecimientos están solicitando apoyos fiscales para sobrevivir, de los cuales 52% son exenciones fiscales.
Parafraseando a diversos medios que citan a la Fundación para el Desarrollo Sostenible, “el 90% de las empresas que nacen en México cierran a los cinco años. Si ese porcentaje disminuyera a 75% el país podría crecer al 7% durante 10 años consecutivos”.
Lo anterior sugiere que las pymes son el motor de la economía. El problema es que a los gobiernos nunca les importó su sobrevivencia. En particular, las microempresas son emprendimientos que en la mayoría de los casos surgen como sustituto del escaso y menguado mercado de trabajo.