Regresó como CEO en la segunda mitad de los 90’s y en la primera década del nuevo siglo transformó la forma en la que vivimos la vida diaria, al sacar al mercado productos tan exitosos como el iPod, iPhone, iPad, la tienda de música, programas de televisión, películas digitales iTunes y el desarrollo de apps.
Para poder crear una empresa exitosa, en verdad se necesita, a parte de una gran pasión, una perseverancia constante, no darse nunca por vencidos ante tantas pruebas y errores, al ver que muchísimas puertas se cierran antes de que alguna se abra.
No debemos buscar crear una empresa para ganar dinero, ese es el resultado de lograr hacer una que ofrezca al mercado algún producto o servicio que detectamos hace falta, que las personas o las empresas pueden usar.
Al detectar esta necesidad u oportunidad hay que trabajar mucho en el proceso del análisis y enfoque que se le debe dar a la empresa, en la misión, visión, valores, estrategia de valor, diferenciación con las empresas existentes, la metodología a utilizar a fin de que pueda operar eficientemente.
De ahí, lograr sumar a personas valiosas a esta idea, tanto como accionistas, consejeros, del equipo de trabajo, desarrollar alianzas con jugadores en el sector, que permitan generar un mayor valor agregado a los clientes, reducir costos, etcétera.
Y mantener una disciplina eficiente en la implementación de esa idea, en la creación de la empresa; demostrar que lo que se pensó es realidad y que incluso supere las expectativas de los involucrados.
Pero el trabajo ahí apenas comienza, hay que saber administrar los diferentes recursos de la nueva empresa, los económicos, capital humano, tecnología, conocimiento del mercado y los productos que ofrecemos, siempre tener el pulso de la industria en mente.
Es un proceso continuo e infinito de revisión de cada área de la empresa, de las oportunidades, detectar los problemas y resolverlos eficientemente, escuchar al equipo de trabajo y permitirles aplicar su experiencia en esto.
Sí, es muy difícil, no todo mundo lo logra. Pero cuando sabemos que podemos tener éxito y sabemos trabajar incansablemente en todo esto, con el tiempo se convierte en realidad.
La creación de riqueza, las utilidades e incremento en el valor patrimonial de los accionistas vendrá como consecuencia de todo este proceso, que partió de una idea.
Lo mismo aplica para las diferentes áreas de actividad del ser humano.
Un claro ejemplo de esto lo podemos ver en el “Museo de la Academia”, en Florencia, Italia. Ahí se exhibe una de las más grandes obras del artista Miguel Ángel, “El David”.
Hay una sección del museo donde se muestran obras inconclusas del artista, las que inició, pero abandonó porque en el proceso se daba cuenta de que no lograba lo que quería.